Sevilla
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La procesión de clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular, más conocida como la Magna de Sevilla, va dejando poco a poco huella por los rincones de la ciudad.

Mientras las autoridades ultiman todos los detalles de los dispositivos de seguridad, las calles de Sevilla comienzan a engalanarse para una procesión sin precedentes. Tal como indicó Manuel Alés en 7TV, "se manejan estimaciones de público como si fueran tres Domingos de Ramos".

La expectación es máxima, especialmente en las calles del centro y de Triana por donde pasarán las cofradías. Así, ya se pueden observar algunas señales de lo que se avecina.

La más madrugadora ha sido la Esperanza de Triana, que el pasado viernes amaneció en su paso de palio, ya aguardando para la salida en la Magna de Sevilla.

Para la ocasión, el equipo de vestidores de la Virgen ha elegido el conocido como manto de los dragones, un diseño de José Recio del Rivero estrenado en la Semana Santa de 1948. Además, el 7 de diciembre estrenará un tocado cruzado con encaje de oro sobre fondo de raso de seda blanca y tejido de plata.

La Esperanza de Triana, en su paso de palio. E. E. Sevilla

Por supuesto, la calle Pureza ya luce engalanada gracias al esfuerzo de algunos de los jóvenes del barrio de Triana. Las colgaduras y banderines adornan de un extremo a otro una calle que estallará de júbilo con la salida del palio.

Muy cerca de la Capilla de los Marineros, hay otros rincones que pregonan la procesión. Es el caso de la calle Alfarería. Allí se vivirá una estampa inédita con el paso de la Esperanza de Triana en el traslado de vuelta del 8 de diciembre.

Por ello, en los laterales de la calle se han colgado banderines verdes con el ancla marinera que identifica a la hermandad.

Banderines de la Esperanza de Triana en la calle Alfarería. E. E. Sevilla

También hay alguna huella en la Avenida de la Constitución. Desde los balcones de uno de sus edificios ya cuelga la imagen y los banderines de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y una de las grandes protagonistas de la Magna de Sevilla. Presidirá la procesión en un altar junto a la Plaza de Toros.

La imagen de la Virgen de los Reyes, en la Avenida de la Constitución.

En el barrio de la Macarena también hay señales, aunque en esta ocasión los hermanos de la hermandad aguardan otra efeméride especial, la de la entrega de la Rosa de Oro el 3 de diciembre. La Basílica ya está decorada para recibir la máxima distinción papal.

Desde este sábado, la Virgen ya preside el altar para su veneración extraordinaria durante cuatro días. Mientras, el palio ya está preparado en uno de los laterales del templo.

La Basílica de La Macarena en los días previos a recibir la Rosa de Oro. E. E. Sevilla

Además, en la calle Feria, en el edificio del Arcade Bar, cuelga una tela gigante con el rostro de La Macarena.

Por allí discurrirá tanto a la ida como a la vuelta de la Magna de Sevilla, aunque no llegará a pasar por ese punto. Girará por Relator para buscar la Alameda.

También las cofradías de la provincia empiezan a dejar su huella en la ciudad para esta ocasión especial que las llevará a desfilar procesionalmente por Sevilla. Se puede ver en la calle Santa Ángela de la Cruz.

La calle Santa Ángela de la Cruz, engalanada por la Virgen de Consolación de Utrera. E. E. Sevilla

Por allí pasará ya en la madrugada del 9 de diciembre Consolación de Utrera. Las colgaduras y las banderas con lemas como "Reina de Utrera", "Celestial Protectora" o "Madre de la Iglesia" adornan una calle donde se vivirá un momento muy emotivo, con el paso por el Convento de las Hermanas de la Cruz. La misma estampa se puede observar en la calle Gerona, por la que también discurrirá el paso.

Son solo algunas de las primeras huellas en Sevilla de una procesión Magna que prevé paralizar la ciudad durante un puente de la Inmaculada que quedará para la posteridad.