Sevilla vivió una Procesión de Clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular por todo lo alto. Miles de personas se agolparon en el Centro y Triana para contemplar a ocho de las grandes devociones de la provincia.
La Virgen de los Reyes, el Gran Poder, Setefilla, Valme, Consolación, El Cachorro, la Esperanza de Triana y el Gran Poder cautivaron a un público que llenó las calles pese al frío.
Con la conocida como Magna, Sevilla cerró un puente de la Inmaculada multitudinario. Casi todo se concentró en torno a un evento que ya ha quedado grabado en la memoria.
La procesión sirvió para demostrar la riqueza devocional de la provincia, repleta de cofradías con personalidad propia y patrimonio único.
Pese a la cantidad de personas que se congregaron en las calles del Centro y Triana, no se registraron incidentes reseñables, con más de 2.000 agentes de todos los cuerpos velando por la seguridad.