Sevilla
Publicada
Actualizada

La Asociación de Hosteleros de Sevilla ha hecho un balance de la Magna, donde estaba vigente la prohibición de no instalar veladores en un amplio perímetro alrededor de la procesión. Según apuntan, en los establecimientos que han abierto, la facturación "no ha alcanzado niveles propios de cualquier otro fin de semana" durante el Puente de la Inmaculada.

"Resulta imposible realizar cualquier comparativa entre este año y la misma festividad en años pasados", han indicado en un comunicado.

Según indican, un "centenar de bares y restaurantes" han visto "imposibilitada su labor, o han considerado que no se daban las condiciones mínimas para atender a sus clientes, cuyos ingresos directamente ha sido eliminados en una fecha clave".

De hecho, aseguran que en la jornada del domingo, se han visto "calles, plazas y avenidas con un número de personas inferior al de cualquier otro fin de semana.

En concreto, aluden a zonas como la Alfalfa, el Salvador y Plaza Nueva, que se han encontrado "completamente despejadas y sin atisbo de las masificaciones previstas".

"Exceso de miedo"

A pesar de todo, recalcan que "la seguridad ha de ser lo primero" cuando se organiza un "evento tan particular". No obstante, creen que "no se puede aceptar que el exceso de miedo imposibilite la labor de todo un sector".

"Atar las manos a la hostelería no es limitar los ingresos de un empresario, es acabar con el mayor impulsor económico de la ciudad y eliminar todos aquellos puestos de trabajo que tradicionalmente ha supuesto el aumento de contratación en estas fechas", han sentenciado en su comunicado.

Una vez superado el puente de diciembre y la Magna, los hosteleros de Sevilla señañan a la Navidad como "fechas claves" donde "es necesario abordar con brevedad las medidas que puedan ser adoptadas".

Al respecto, no ven "aceptable que las previsiones en cuanto a contratación y acopio de mercancía se conviertan de nuevo en papel mojado a tres días de tales celebraciones".

Los hoteles, muy lejos del lleno

Por su parte, según los datos facilitados por la Asociación de Hoteles de Sevilla y provincia, la ocupación estuvo muy lejos del lleno en el puente de la Inmaculada. Se quedó en un 68 por ciento entre el jueves y el domingo.

En las mismas fechas del 2023, los establecimientos hoteleros registraron un 75 por ciento, una diferencia de 7 puntos.

Se confirmaron, por tanto, las previsiones de los hoteleros. Antes de la Magna, Manuel Cornax, expresó la incertidumbre del sector. Avisaba de que un tipo de público podía rechazar Sevilla como destino por el hecho de que la Catedral iba a estar ocupada por la procesión.

Menos asistencia de la esperada

El alcalde, José Luis Sanz, reconocía el pasado lunes que "no hubiera tomado" dichas medidas con la hostelería, "si hubiera conocido las cifras reales de asistentes a la Magna".

Por su parte, este mismo lunes ha insistido en que "las decisiones se toman en un momento en base a las previsiones que había en ese momento", que apuntaban a la presencia de un millón de personas alrededor de la procesión. Eran los datos que manejaban Policía Local y Nacional, pero finalmente la afluencia se quedó en torno a los 700.00.

"No me arrepiento en absoluto", ha afirmado el alcalde, que asegura haber tomado "personalmente" la decisión. "Estamos hablando de un acto que no tenía precedentes en la ciudad de Sevilla y en unas fechas complicadas. Nadie tenía datos fiables", ha zanjado.