Sevilla
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Falta menos de una semana para uno de los días grandes de la época navideña. El 22 de diciembre se ha consagrado como el día de la suerte e ilusión para muchos españoles. El próximo domingo a las 09,00 horas, los bombos del Teatro Real de Madrid comenzarán a girar y los niños de San Idelfonso arrancarán el ya habitual canto de números agraciados. 

Escuchar la lotería de Navidad por la radio o seguirla por televisión se ha convertido en una tradición en España. Al igual que personarse en las administraciones en las que han caído los grandes premios y descorchar en ellas botellas de champán. Las lágrimas y los abrazos se convierten en los máximos protagonistas de la jornada.

La alegría inunda año tras año las localidades en las que la fortuna se ha dejado ver. Sin embargo, hay rincones que no solo rebosan gente el 22 de diciembre, sino que lo hacen durante todo el año. Es el caso de la administración de loterías número 1, ubicada en el municipio sevillano de Carmona. Se trata de la casa de apuestas Virgen de la Alegría, la primera que se fundó en toda España.

Valentín Pinaglia, administrador y décimo-sexta generación de la empresa, lleva más de 40 años en esta casa. Durante estas cuatro décadas acumula una larga lista de anécdotas que contar. "Hace unos años vinieron 12 brujas gallegas que habían hecho un aquelarre en Córdoba a decirme que iba a dar el Gordo", afirma.

El lotero confirma a este periódico que "a la gente le encanta jugar a la lotería". Además, señala que "este año se ha notado bastante la Magna de Sevilla" y defiende que "debería de celebrarse la procesión todos los años porque fue impresionante la cantidad de personas que fueron a comprar décimos el lunes" posterior al evento.

Casi 260 años de vida

Hace casi 260 años que está administración vende cupones en Carmona, los mismos años que lleva dispensando suerte en España. Y es que la sevillana fue la primera casa de Loterías y Apuestas del Estado del Estado que nació en todo el territorio, concretamente en el 1764. 

En el número 9 de la calle San Pedro de la citada localidad abrió el primer punto de venta del juego de azar más famoso del país. Para conocer sus orígenes hay que remontarse al siglo XVIII, cuando el marqués de Esquilache -por entonces ministro de Hacienda del rey Carlos III- instauró lo que se llamó Lotería Real

Cinco meses después del primer sorteo, en febrero del 64, se mandaba una petición desde Sevilla para poder abrir la que sería la administración de Loterías y Apuestas del Estado más antigua. 

Desde entonces, vecinos de todas partes del mundo visitan Virgen de Gracia para probar suerte. "Me compran mexicanos, chilenos, peruanos, colombianos y muchos alemanes con origen español", apunta Pinaglia.

Cada vez más extranjeros

La amalgama de nacionalidades que se hacen con su cupón en esta casa se debe a que "es un juego muy curioso y que llama mucho la atención fuera de España". 

Que miles de españoles compran décimos cada temporada es algo que ya se sabe. Sin embargo, Valentín señala que "se vende mucho más gracias a Internet" y que "cada vez compran más extranjeros".

Durante los más de dos siglos de vida, esta casa de apuestas y loterías ha sido testigo de acontecimientos históricos como la ocupación napoleónica, la Guerra Civil española o la posterior Transición.

Casi 260 años en los que se ha convertido en la encargada de repartir suerte e ilusión y que han hecho que este rincón de la calle San Pedro se consagre casi como un monumento más del pueblo.

El arsenal de premios dados que acumula es incontable. No obstante, Pinaglia habla de "seis de los conocidos como Gordo de la Navidad", aunque el primero de ellos no lo puede confirmar puesto que "apenas hay registros". La última vez que el canto más esperado de los niños de San Idelfonso cayó sobre la administración fue en 1973. 

Imposible encontrar la terminación 13

El administrador de la casa lamenta que él aún no ha dado el premio, aunque espera que "este año, después de esta conversación, sea cuando caiga el esperado Gordo".

Sin embargo, en Carmona tocó un Gordo mucho más especial. Se trata del 40.213, que cayó en 1988 y que dejó más de 750 millones de las antiguas pesetas en la localidad con las que "se compraron más de 30 coches y se construyeron casas en todos el pueblo".

Desde que el 40.213 se coronó como el gran premio, en el pueblo "es muy difícil encontrar un número con esta terminación, puesto que se acaban enseguida".

La lotería de Navidad ha estado muy arraigada en el municipio sevillano -y con razón-. Tanto es así que en el año 1928, Antonio Cerezo, un amigo del abuelo de Valentín Pinaglia "le regaló al municipio el Teatro Cerezo con el dinero que ganó cuando le tocó cinco décimos de la lotería".