Uno de los destrozos causados en la Jefatura de la Policía Local de Sevilla.

Uno de los destrozos causados en la Jefatura de la Policía Local de Sevilla. CSIF

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Atacan la Jefatura de la Policía Local de Sevilla tras la muerte del mantero que se ahogó en el Guadalquivir

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Un grupo de veinte personas ha atacado en la noche de este domingo la Jefatura de la Policía Local de Sevilla en La Ranilla. Eran familiares y amigos del vendedor ambulante fallecido por la tarde tras tirarse al río Guadalquivir mientras huía de la policía.

Estos individuos lanzaron piedras y palos contra el edificio. Así, rompieron algunas cristaleras y objetos del mobiliario. Incluso llegaron a personarse en el primer control de acceso al recinto.

La tensión fue máxima en el entorno de la Jefatura de la Policía Local de Sevilla, ya que además se incendiaron contenedores.

Es por ello que se desplegó en la zona un amplio dispositivo, que requirió también la presencia de agentes de la Policía Nacional para frenar la acción de este grupo de personas.

Por el momento, solo hay un detenido por el altercado al que se le acusa de atentado a la autoridad y desórdenes públicos.

Dicho enfrentamiento ha sido una de las primeras consecuencias de la muerte de un vendendor ambulante de 43 años. Se tiró al río desde el Puente de los Remedios. Los Bomberos lo rescataron del agua, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar su vida tras intentar reanimarlo durante 45 minutos.

Los sindicatos condenan el ataque

Desde la sección sindical de CSIF de la Policía Local han apoyado la actuación policial. "Lamentamos que como consecuencia de ella haya fallecido una persona", han añadido. Asimismo, han condenado el ataque sufrido en la Jefatura. Indican que la investigación policial "aclarará todo lo sucedido".

Según la versión defendida por el Ayuntamiento, el hombre empezó a correr tras ver a dos agentes de la Policía Local en el Muelle de Nueva York.

Lo siguieron hasta el Puente de los Remedios, donde mostró por primera vez su intención de lanzarse. Presenta "un gran estado de nerviosismo". Los agentes intentaron calmarle y disuadirle, pero no lo consiguieron.

Una vez que se lanzó al agua, los dos policías locales se tiraron para intentar rescatarlo sin éxito. El cuerpo no salió a flote después de sumergirse.

Es por ello que se requirió la presencia de dos lanchas de los Bomberos, que sí localizaron el cuerpo tras una búsqueda de 20 minutos. Ahí comenzaron las tareas de reanimación, infructuosas a pesar de que se prolongaron 45 minutos.