
Imagen de la fachada de la casa de Luis Cernuda. Sevilla
Las otras vidas de las casas de ilustres sevillanos: desde sufrir un incendio hasta ser el epicentro del flamenco andaluz
Repartidas por la ciudad, perviven con desigual suerte las que fueron las cunas de personajes de renombre como Velázquez, Bécquer, Murillo o Cernuda.
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Sevilla cuenta con una larga lista de personajes ilustres nacidos y criados en ella. Desde el pintor Francisco Zurbarán hasta el afamado Diego Velázquez pasando por escritores como Bécquer o Cernuda. Aunque cada uno a su manera, todos ellos han marcado la historia de las artes.
La importancia de estos sevillanos es tal que la hispalense los ha homenajeado de múltiples maneras. Entre ellas, con la conservación de sus casas natales como recuerdo de su legado. Y es que este tipo de inmuebles se convierten en un auténtico reclamo para turistas y visitantes.
Sin embargo, algunas de las viviendas en las que los ilustres sevillanos han pasado parte de su vida han estado en un segundo plano. Ejemplo de ello es la Casa Natal del pintor Diego Velázquez.
La misma pervive en la calle Padre Luis María Llop. Una reliquia de la historia que, si no fuera por el cartel en la fachada que anuncia quién vivió allí, pasa completamente desapercibida.
En 2018 comenzó la reparación de esta insignia hispalense gracias a la iniciativa privada. El pasado 13 de febrero recibió un nuevo impulso. La promotora sevillana Green Cow anunciaba que se sumaba al proyecto de restauración de la Casa Natal.
"Velazquizar Sevilla"
Javier Esteban, CEO de la empresa promotora del festival Icónica, confiesa a EL ESPAÑOL que uno de los principales requisitos para convertirse en nuevo socio era que "avanzara a pasos importantes".
"Velazquizar Sevilla". Este es el principal objetivo de la iniciativa. Para ello, el proyecto de restauración y posterior musealización va a contar con una inversión de "más de tres millones de euros, aunque aún se sigue presupuestando".
Javier Esteban espera que la casa que vio nacer a Velázquez y en la que el maestro del barroco español pasó más de 20 años esté lista "para marzo del 2026", aunque el CEO de Green Cow espera que abra sus puertas "antes de que termine este año".

Imagen de la fachada de la Casa Natal de Velázquez en Sevilla. Sevilla
Cuando se piensa en la obra del pintor sevillano, pronto asoman Las Meninas. Este cuadro es uno de los símbolos de la carrera del artista, motivo por el que "tendrá un papel destacado" en la Casa Natal.
Federico García Lorca, Rafael Alberti y Luis Cernuda. Estos tres personajes tienen un par de rasgos en común. El primero de ellos es que, junto a otros genios de las letras, componen la Generación del 27. El segundo es que son andaluces.
Después de varios fracasos
Sevilla tuvo el placer de ser la cuna de Cernuda. Concretamente, las paredes del número seis de la calle Acetres fueron las que lo vieron nacer. Después de una larga lista de proyectos propuestos que no han llegado a ninguna parte, la casa del escritor está siendo restaurada.
Hasta hace cinco meses, dos azulejos eran los encargados de avisar de que Cernuda se crió en dicho inmueble. Ahora, las obras en marcha anuncian que la historia del poeta será mejor contada.
Bartolomé Murillo y Gustavo Adolfo Bécquer también ostentan los títulos de artistas que pusieron a Sevilla en el foco de los amantes de las artes.
Murillo, al igual que Velázquez, formó parte del elenco de pintores del Barroco español. En paralelo, las Rimas y Leyendas de Bécquer también forman parte de la historia de la literatura española.
Actualmente, la Casa Natal del pintor acoge al Instituto Andaluz del Flamenco, que corre a cargo de la Junta de Andalucía. Miles de locales y visitantes visitan el emblemático edificio con dos objetivos fundamentales: empaparse de la esencia del flamenco y conocer cuáles fueron las estancias en las que vivió el pintor.

Imagen del interior de la que fue casa de Bartolomé Murillo, ahora Instituto Andaluz de Flamenco. Sevilla
Incendiada y olvidada
Las paredes que acogieron a Gustavo Adolfo Bécquer están impregnadas de historia y vivencias. Prueba de ello es la estética de la fachada, completamente diferente a la que tenía en el siglo XIX cuando el poeta pasaba sus ratos en ella.
El matador Antonio Fuentes, conocido como el torero de las golondrinas por su aprecio hacia el escritor, adquirió la propiedad, la derribó y levantó una nueva en la que vivió con su familia durante años.
En 1975, el inmueble sufrió un devastador incendio y quedó cerrado y abandonado. Actualmente, es de propiedad privada y solo un azulejo recuerda que en ella vivió el ilustre sevillano.
Que Sevilla siga conservando y apostando por la conservación de estos emblemáticos edificios es una prueba irrefutable del importante papel que desempañaron en la ciudad los ilustres que nacieron y se criaron en ellas.