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En pleno corazón de Sevilla, entre algunas de sus calles más emblemáticas, se encuentra un comercio que ha sido testigo del paso de generaciones enteras, una tienda que, a pesar de su antigüedad, sigue dando vida a una de las tradiciones más importantes de la ciudad.

Su historia se remonta a hace más de 200 años, cuando en 1816 un visionario dio forma a un negocio que con el paso de los siglos se convertiría en un emblema para los sevillanos.

En sus estanterías se venden artículos religiosos y cofrades que no solo abastecen a la ciudad, sino que llegan a rincones tan lejanos como Filipinas, Sudamérica o incluso Estados Unidos.

Capirotes, túnicas de nazareno, pelucas para las imágenes o todo tipo de ornamentos litúrgicos son algunos de los productos que se fabrican y venden en la Antigua Casa Rodríguez, un establecimiento que a pesar de sus años sigue siendo un claro referente en Sevilla.

Aunque muchos de los comercios de la ciudad de esa época han desaparecido o se han modernizado, este establecimiento sigue firme, ofreciendo lo mismo que hace más de dos siglos.

Hace 209 años, este negocio fue fundado por Rafael Rodríguez, quien, con su visión y dedicación, sentó las bases de lo que hoy en día es una institución en la ciudad.

A lo largo de los años, la tienda ha ido pasando de generación en generación, manteniendo su esencia pero adaptándose a los cambios en las necesidades de sus clientes, quienes esperan largas colas en sus puertas para tomarse las medidas más especiales.

Lo curioso de este comercio no es solo su historia, sino también la impresionante lista de personas que han cruzado su puerta. Desde miembros de la Casa Real, hasta grandes nombres del mundo del toreo, la política y las artes.

Este pequeño comercio ha sido el lugar preferido de personalidades que han confiado en su calidad y en su exquisita atención al detalle, tras más de 200 años de dedicación.

Es difícil imaginar que un comercio tan modesto haya sido parte de las vidas de figuras tan importantes, pero es que la Antigua Casa Rodríguez ha logrado convertirse en un verdadero símbolo, y no solo de Sevilla, sino de toda España.

Y es que, a lo largo de los años, la tienda se ha ganado el reconocimiento tanto de los sevillanos como de aquellos que visitan la ciudad únicamente durante esa semana del año.

Para los cofrades, es una parada obligatoria, un lugar en el que encontrar ese toque esencial que viste a las procesiones más importantes de la ciudad.

El éxito de este negocio ha sido reconocido con múltiples premios que destacan su compromiso con la tradición y la calidad. Entre ellos, el Premio Demófilo, el Premio Gota a Gota o el Premio Calidad al Comercio Tradicional son solo algunos de los galardones que esta tienda ha recibido.

A lo largo de los años, la Antigua Casa Rodríguez se ha ido adaptando a los tiempos sin perder su esencia, y ese equilibrio entre tradición e innovación ha sido la clave de su longevidad.

Hoy, esta tienda sigue siendo un referente en Sevilla, manteniendo viva la tradición de la Semana Santa y demostrando que, con pasión y dedicación por lo que se hace, un proyecto puede mantenerse en la cúspide incluso después de más de 200 años.