
María de la O sigue el legado familiar.
María de la O, encargada de la mítica Casa del Nazareno: "Un sentimiento que no puedes explicar"
Durante la Cuaresma este pequeño negocio familiar, situado en pleno corazón de la capital, late con más fuerza que nunca.
Más información: Así es la capilla 24 horas más desconocida de Sevilla: tiene misas los 365 días del año
A tan solo 30 días, los cofrades ya cuentan los días con expectación. Esa es la espera que queda para la llegada de la Semana Santa, una espera que en la ciudad ya se saborea con nervios y devoción.
Mientras tanto, en la Casa del Nazareno, María de la O no deja de tomar medidas con la precisión de quien lleva toda la vida entre telas y tradición, mientras atiende con cariño a todos los que entran a preguntar y coge las llamadas que le llegan a través de su auricular.
Y es que durante estos días, este pequeño negocio familiar, situado en pleno corazón de Sevilla, late con más fuerza que nunca. Esta conocida tienda sevillana se convierte en un punto de encuentro para cofrades y devotos que preparan con esmero su indumentaria para esta importante semana del año.

Durante estas semanas la tienda está a rebosar.
En medio del ir y venir de clientes, María de la O, que creció entre túnicas y capirotes, sigue con la misma pasión que vio en su familia. "Mi padre siempre había hecho capirotes de toda la vida en la calle Castilla, la primera tienda que tuvimos", recuerda con un brillo en los ojos, con ese orgullo sereno de quien sabe que está manteniendo un legado.
Hoy, con solo una mirada, puede adivinar el diámetro de la cabeza de un cliente. Es un don, una habilidad perfeccionada con el tiempo y el amor por su oficio. El mayor tamaño que tienen de capirotes es de 64 centímetros, pero desde hace unos años, eso no importa tanto ya que los de rejilla son los más demandados debido a su adaptación.
En esta tienda, los cofrades encuentran todo lo necesario para "vestirse de pies a cabeza". Durante el año, trabajan sin descanso para que en estos días previos a la Semana Santa, todos los sevillanos puedan recoger a tiempo sus encargos, a pesar de la gran cantidad de pedidos que manejan. Un esfuerzo titánico, que hacen con la satisfacción de saber que su trabajo viste de solemnidad las calles de su Sevilla natal.
Este año, ya han confeccionado más de 300 túnicas. Pero aquí no sólo se trata de ropa. "Nosotros llevamos vestidas a familias que ya van por la 4.ª y 5.ª generación", cuenta María de la O. "Es un orgullo que te vengan familias año tras año, vemos su evolución y por ello intentamos que el trato siempre sea de lo más personal posible", aclarando con emoción la ilusión que viven con cada encargo.

María de la O prepara los capirotes.
La Semana Santa en Sevilla es mucho más que una celebración. La encargada de la tienda lo resume con una sola palabra: "sentimiento". Para ella, esta semana es un legado que se vive en familia.
"Se vive con tus padres, tus tíos, tus abuelos y cuando llega el momento de la verdad te encuentras delante de la imagen a la que le tienes devoción, generándote un sentimiento que no puedes explicar", detalla.

Los sevillanos acuden a por sus indumentarias.
En medio de la vorágine de encargos, María de la O confiesa que a pesar de la intensidad con la que viven estos días siempre hay momentos que llegan al alma.
Como el de aquella niña que, al probarse su pequeña y primera túnica de monaguillo, se abrazó al cuello de Álvaro, nieto de la fundadora y el más joven del equipo, y le dijo con ternura: "Ayy, cuánto te quiero". Un gesto que resume la ilusión y la emoción que despierta en todo sevillano la llegada de estos días sagrados.

Una tradición sevillana.
En la Casa del Nazareno todo está medido al detalle. Es un trabajo artesanal, transmitido de generación en generación, sin grandes novedades, pero con la firmeza de quienes saben que la tradición es la verdadera esencia.
"Nosotros vestimos al nazareno al completo, por lo que prepararse aquí para la Semana Santa supone que durante todo el año estemos midiendo y confeccionando túnicas para esos meses previos a la semana más importante de la ciudad", explica con contundencia.
Sin embargo, a nivel emocional, todo es distinto. "Es difícil explicarlo", confiesa María de la O. "Nosotros nos vamos preparando poco a poco sentimentalmente, conforme nuestros clientes, de toda la vida, llegan a la tienda y nos van trasladando sus vivencias de la Cuaresma. Lo vivimos desde la visión de los clientes".
Y es que aquí, en este pequeño rincón de Sevilla, no sólo se visten nazarenos. En la Casa del Nazareno, más que tela e hilo, se trabaja con la pasión de un pueblo que vive esta festividad como una parte de su verdadera identidad.