
Un barrio cómodo pero envuelto en polémica.
Fabiola Guillén, vecina del barrio de Nervión: "Para mí no es un problema de ruido"
Esta abgoda sevillana revela cómo es vivir en uno de los barrios más demandados de la ciudad a pesar de las polémicas en las que está envuelto.
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En pleno corazón de Sevilla, el barrio de Nervión se ha convertido en un lugar muy demandado para vivir gracias a su ubicación, seguridad y variedad de servicios. Así lo siente Fabiola Guillén, natural de Osuna y vecina de la zona desde hace casi dos décadas.
Fabiola llegó a Nervión en octubre de 2006 con una idea clara en mente: encontrar un lugar bien conectado y con fácil acceso a la A-92, ya que viajaba mucho por trabajo.
Sin embargo, aunque lo que más le atrajo fue la posibilidad de tener una buena vivienda junto a su familia, sin perder la comodidad de vivir en una gran ciudad, este barrio sevillano no está ajeno a las polémicas.

Un barrio residencial con grandes negocios.
Según nos cuenta esta ursaonense, su barrio brinda todo lo necesario para el día a día, permitiendo que tenga a su alcance todo lo que necesita a solo unos pasos de su hogar.
"Elegí la zona por tres cuestiones principales: por estar bien situada, por estar cerca de la salida a la A-92 porque viajaba mucho por trabajo y por ser una zona donde poder acceder a una casa independiente de una comunidad de vecinos", explicaba con orgullo.
Lo que más valora de Nervión es la facilidad que le ofrece en su día a día. "Aquí lo tengo todo a mano: colegios, supermercados, centro de salud, hospitales y también lugares de ocio como tiendas y cines. Además, los centros comerciales son un gran punto de referencia", detalla.
Y es que lejos de ser una molestia como muchos indican en la ciudad, esta zona de tiendas son un motor de actividad en el barrio. "Le da mucha vida al barrio y promueve el comercio en los alrededores porque atrae a mucha gente de otras zonas", señala Fabiola. Además, para ella es una gran ventaja tener todas "tiendas de moda, restaurantes y cines tan cerca de casa".

Hay dos centros comerciales claves de la ciudad.
Sin embargo, toda la tranquilidad de la que presume este conocido barrio termina cuando el Sevilla juega en el Sánchez Pizjuán. Sus calles se llenan de aficionados rojiblancos, provocando cierta polémica entre los residentes ya que altera un poco la dinámica habitual de esta zona residencial.
A pesar de ello, la abogada explica que "hay mucho ambiente y para los negocios es fantástico". La sevillana confiesa que "aunque no suelo ir a ver los partidos al estadio, la multitud de aficionados contagia alegría" por lo que "para mí no es un problema de ruido".

El estadio está en el centro del barrio.
Sin embargo, si cree que esos días provoca que haya "dificultad para aparcar o para reservar en bares", pero que lo lleva con filosofía ya que "solo es un día cada dos semanas y me adapto".
Tal y como explica esta vecina, a lo largo de los años, Nervión "ha cambiado poco", pero eso es parte de su encanto. "Desde que resido en la zona ha habido pocos cambios porque ya era muy completo en cuanto a servicios y lugares de ocio, y sigue existiendo un buen nivel de seguridad", cuenta.
En cuanto a la parte emotiva, Fabiola explica que los momentos más especiales del barrio están ligados a la Semana Santa, cuando las Hermandades del Lunes, Martes y Miércoles Santo atraviesan sus calles, llenándolas de devoción y tradición.
Para esta sevillana, uno de los recuerdos más emotivos es la vuelta de la Hermandad de la Sed, que pasa justo por su calle. "Es un momento muy especial, porque la calle se engalana y una gran parte de los vecinos acompañamos a los pasos hasta la Iglesia. Es un sentimiento de comunidad y emoción difícil de describir".

Nazarenos de la hermandad de la Sed en Nervión.
En esta línea, otro momento inolvidable para ella fue durante la pandemia, cuando el barrio mostró su lado más solidario. "Los vecinos nos preocupábamos los unos por los otros, ofreciendo ayuda y apoyo en los momentos difíciles".
"Cuando por fin se levantó el confinamiento, fue una alegría ver cómo el barrio volvía a tener vida en sus calles y lo amable que estaba toda la gente. Fue un recuerdo de lo unidos que podemos estar cuando más lo necesitamos", concluye.
Fabiola se muestra feliz al explicar que la relación con los vecinos "es buena, la gente es sociable y amable", aunque confiesa que por lo general en el día a día, "no he sentido un especial espíritu de comunidad".
No obstante, si tuviera que describir Nervión en una sola palabra, Fabiola lo tiene claro: "sería comodidad". Y si algún día tuviera que marcharse, asegura que lo que más extrañaría sería esa cercanía que vivir en esa zona le brinda a todos los puntos de la ciudad.