Seguro que todos conocemos a alguien que nunca deja de insistir, que pregunta lo mismo una y otra vez o que siempre está complicando las cosas.
Ese tipo de persona que no suelta un tema y que puede llegar a desesperar en una conversación tiene un nombre perfecto en Sevilla, un término que encaja a la perfección con su forma de ser y que debería ser conocido en toda España.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, esta palabra se usa para referirse a algo que resulta molesto o poco útil. Sin embargo, en Sevilla han hecho de las suyas y su significado ha evolucionado hasta convertirse en sinónimo de lo que viene siendo una "persona pesada".
Un adjetivo muy conocido en la capital
Más allá de su significado, es una palabra que suena bien, es pegadiza y fácil de recordar. Su estructura la hace perfecta para el lenguaje hablado, algo fundamental en Sevilla, donde el acento y la manera de expresarse tienen un papel clave en la cultura local.
Hablamos de pejiguera, un adjetivo, que aunque es considerado como negativo, no llega a ser un insulto fuerte, ni algo que pueda ofender gravemente a la persona a la que se le dice.
Se puede usar en frases como: "¡Qué tío más pejiguera, no para de dar vueltas a lo mismo!" o "No seas pejiguera, déjalo ya". Una forma simpática y a la vez contundente de pedir a alguien que afloje un poco, ya que podría estar saturando a su alrededor.
Los sevillanos tienen fama de ser habladores y de darle mucha importancia a la forma en que dicen las cosas.
Una expresión muy usada en la ciudad.
Es por ello que "pejiguera" encaja perfectamente en este estilo, ya que transmite mucho con pocas letras, mientras aporta ese toque humorístico que caracteriza al habla andaluza.
El español está lleno de palabras regionales que, aunque se usan en lugares específicos, merecen ser conocidas en todo el país.
"Pejiguera" es una de ellas, un término divertido y fácil de decir que describe una situación muy común para todos.
Así que, la próxima vez que alguien te agobie con preguntas o insistencias que no vienen a cuento, en lugar de decirle "cansino" o "plasta", anímate a usar "pejiguera" aunque creas que no lo entienda. ¡Seguro que se queda con la copla!