
Veladores en la calle San Fernando de Sevilla. Sevilla
Sanz zanja el debate de un año para aprobar la norma que ordenará los 30.000 veladores de Sevilla
La nueva ordenanza busca más espacio para el peatón, armonizar la estética y reforzar la limpieza, además de endurecer las multas.
Más información: La ordenanza de veladores llegará al Pleno en marzo tras 13 años de espera para adaptarse a Europa
Sevilla tendrá una nueva ordenanza de veladores a partir de este jueves. La norma se actualizará 13 años después. En 2024 el Ayuntamiento inició el diálogo con los sectores implicados. Cerca de un año y múltiples reuniones después, la norma saldrá adelante, con la abstención de Vox.
El escenario ha cambiado en este periodo. Según los cálculos de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, son 30.000 los veladores que hay repartidos por toda la ciudad.
Las mesas de los bares han ganado espacio en las calles en dicho intervalo, una demanda ciudadana, según defienden desde el sector. "Todo el mundo prefiere esperar una mesa fuera", decía su presidente, Alfonso Maceda.
Desde las perspectiva municipal, el reto se centraba en "encontrar el equilibrio entre vecinos y hosteleros", pero no solo eso. También era fundamental adaptar la normativa a los estándares europeos.
En este contexto se enmarca una de las medidas más polémicas que incluye la ordenanza. Obliga a que siempre haya una distancia de 1,80 metros entre el velador y la bares. Se adapta así a una directiva del Ministerio de Transportes de accesibilidad universal.
Dicha propuesta levantó críticas por parte de los hosteleros. Llegaron a levantarse de la última de las cinco comisiones de veladores celebradas a lo largo de este año. Lamentaron que solo se habían incluido una de sus 42 alegaciones al proyecto, la que les permitía incluir mesas rectangulares.
En ese momento, el borrador parecía definitivo y la oposición de los hosteleros era firme. Sin embargo, se reabrieron las conversaciones con el objetivo de hallar el equilibrio ansiado. En ellas estuvo inmersa Vox, que solo era partidario de llevar la norma al Pleno de este jueves si existía el máximo consenso posible, que sigue sin ser total.
Cambios de última hora
Así, en la última ronda de negociaciones se incorporaron algunos cambios. La obligación del 1,80 de distancia se flexibilizó.
El borrador decía que se debía "guardar en todo caso un ancho libre de paso mínimo de 1,80 metros". Ahora se ha eliminado la expresión "en todo caso". Así se abre a los hosteleros un margen de maniobra que no existía con la anterior redacción.
Por su parte, también hay cambios sobre los establecimientos emblemáticos y la posibilidad de que se pueda beber en sus puertas. Se ha introducido la posibilidad de que se pueda hacer algún "ajuste en cuanto al aforo máximo establecido y que por el órgano competente se pueda establecer un aforo distinto de forma motivada".
Antes se establecía que la afluencia "en ningún caso podrá ser inferior a un metro cuadrado por persona". Esta parte del texto ha sido suprimida para satisfacer las reivindicaciones de los hosteleros, que llegaron a calificar la propuesta municipal de "timo".
Diálogo abierto
Igualmente, se hallado un punto intermedio en el periodo de aplicación. Los hosteleros pedían cinco años para adaptarse a la normativa y los vecinos solo un año. La ordenanza incluye una disposición transitoria por la que el plazo será de tres años, a medio camino.
Estos cambios permitirán a Sanz aprobar la norma un año después del comienzo de las negociaciones. De ello se mostraba satisfecho este miércoles. "No tendría sentido llevar a Pleno una norma que beneficiara solo a los vecinos o que solo favoreciera a los hosteleros. Creo que hemos encontrado el equilibrio", decía.
No obstante, el diálogo no ha quedado cerrado. "Después de la aprobación se puede seguir hablando de muchas cosas para seguir mejorando la ordenanza o hacer pequeñas modificaciones", decía este miércoles el primer edil.
Ceniceros y papeleras
Entre las novedades que aprobará la nueva ordenanza se encuentra la posibilidad de que los puestos de los mercados de abastos puedan solicitar veladores.
Por su parte, aquellos establecimientos situados en Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) tendrán que recoger las mesas a las 23:00, aunque podrán hacerlo una semana más tarde en Navidad, Feria y Semana Santa.
Por otro lado, se han reforzado varios aspectos sobre la obligación de limpiar veladores que acarrearán sanciones. Ahora, se concreta que cada mesa debe tener ceniceros y papeleras. Igualmente, no podrán "almacenar o apilar productos, materiales o residuos propios de la actividad junto al establecimiento ni en las terrazas".
Se prohibe expresamente la "limpieza de los veladores que componen la terraza arrojando servilletas, envoltorios y otros residuos al suelo". Por su parte, los elementos de sombra no podrán superar la superficie autorizada de veladores.
Diseños específicos según zonas
Se fijan condiciones especiales para el mobiliario de los bares que están en el ámbito del Conjunto Histórico, que tampoco podrán utilizar publicidad de marcas comerciales en el exterior. El Ayuntamiento podrá "aprobar diseños específicos" para determinadas zonas por considerarlos emblemáticos o turísticos.
Por su parte, los hosteleros no han podido cambiar una de sus mayores críticas a la nueva ordenanza, la de las multas. Ahora, las más leves pueden llegar hasta los 3.000 euros y las más graves a los 120.000 euros.
Se penalizará más a los incumplidores, una reivindicación que perseguía el propio sector que, no obstante, ve demasiado elevado el castigo máximo.
Sea como sea, la nueva ordenanza incorpora nuevos matices a la ordenación de una ciudad en la que cerca de 30.000 veladores ocupan la vía pública. Los hosteleros tendrán tres años desde ahora para adaptarse a la norma bajo la atenta mirada de los inspectores y de los propios vecinos.