Sevilla

Las acampadas por Palestina acumulan ya más de una semana tanto en la Universidad de Sevilla como en la Pablo de Olavide (UPO). En esta última, los estudiantes han dado un paso más adentrándose en el interior del Rectorado.

Mientras, en la Hispalense, unas cien personas se han movilizado en una manifestación que ha discurrido entre la calle San Fernando y el campus de Ramón y Cajal.

Allí, han entrado en el interior de las facultades de Ciencias Ecónomicas y Empresariales, Derecho y Filosofía para lanzar sus proclamas contra Israel y criticar la complicidad de las universidades. También es la primera vez que se adentran en el interior de las instalaciones.

[La UPO rompe acuerdos con universidades israelíes tras ocupar sus estudiantes el Rectorado]

Ambos movimientos se han desarrollado de manera pacífica. No obstante, la entrada de entre 20 y 25 estudiantes en el Rectorado de la Universidad Pablo de Olavide ha modificado las dinámicas del centro.

“A los trabajadores les hemos dicho que se marcharan a casa. No eran violentos, pero sí alzaban la voz”, cuenta Laura López, vicerrectora de Relaciones Internacionales de la UPO.

La institución académica dirigida por Francisco Oliva ya ha anunciado, tras la reunión de su Consejo de Dirección, la ruptura de las relaciones con las universidades israelíes y el apoyo a una mayor política de acogida y cooperación con instituciones palestinas.

No obstante, para los alumnos es insuficiente. Reclaman la ruptura con el Banco Santader y el cese de la relación de la Clínica Jurídica de la OTAN con la Facultad de Derecho.

Demandas no satisfechas

Sin embargo, Laura López asegura que no es posible satisfacer estas demandas. La UPO no tiene competencias sobre la Clínica Jurídica. “Es competencia de la Facultad de Derecho”, apunta. Mientras, subraya que gracias al Banco Santander, los estudiantes reciben 360.000 euros al año en becas. “No estamos dispuestos a renunciar a ello”, dice.

Además de estas cuestiones, los estudiantes han pedido en redes sociales más contundencia. Creen que el comunicado de la Pablo de Olavide "no refleja la realidad de la tragedia en Gaza" y "no se reconoce la masacre como genocidio".

"Seguiremos aquí hasta que tengamos unas negociaciones serias. No queremos un comunicado de usar y tirar. Queremos una negociación de verdad. Lo que ellos consideran 'el punto medio', no son más que medidas vacías sin repercusión", han zanjado.

Pese al choque de este lunes, la vicerrectora de Relaciones Institucionales asegura que la relación ha sido fluida durante toda la semana.

“Desde que acamparon hemos tenido interlocución constante, hasta el rector se ha acercado los primeros días. Se dieron instrucciones de que se abrieran los baños desde el primer día”, cuenta.

Además, la seguridad ha estado “pendiente” y se ha interesado constantemente por su estado, dada la situación del campus, lejos del núcleo urbano.

La fluidez se ha roto este lunes. A las 9:30 se iba a celebrar el Consejo de Dirección que iba a ratificar la ruptura con universidades israelíes. Poco después, los estudiantes aseguraron en redes que las negociaciones habían resultado “fallidas” y se adentraron en el Rectorado.

Situación "confusa"

Laura López define la situación como “confusa”. “A las 9:26 estaba el vicerrector hablando con ellos. Durante el Consejo de Gobierno, lanzaron un comunicado para anunciar que iban a ir en contra. Cuando terminó, ya no se marcharon del Rectorado”, detalla.

“¿Dónde están? No se ven las sanciones a Israel”, eran algunas de sus proclamas. La concentración es pacífica, pero ruidosa, lo que ha obligado a los trabajadores a marcharse. “Nos han desalojado en contra de nuestra voluntad”, dice la vicerrectora.

Pese a las molestias, desde la UPO aseguran que no van a llamar a la Policía, ni siquiera por la noche, cuando el edificio cierra. Se le has permitido que introduzcan comida, bebida y sacos de dormir.

En cambio, se ha prohibido la entrada de más personas, a pesar del llamamiento que han realizado, “por cuestiones de seguridad”, aunque, tal como reconoce López “alguno se coló” durante la tarde de este lunes.

Sea como sea, desde la UPO tienen claro que no van a actuar “a las bravas”. “Tenemos un deber de responsabilidad y de cuidarlos aunque no estemos de acuerdo con su actuación”, zanja la vicerrectora.

Ruptura en la Universidad de Sevilla

Mientras tanto, el diálogo no existe en la acampada del Rectorado de la Universidad de Sevilla. El pasado sábado, sus representantes anunciaron en redes sociales la suspensión de cualquier cauce de comunicación con el equipo rectoral. De todos modos, reconocían que hasta ese momento estaban “relativamente paralizadas” y se relegaban a “meros asuntos logísticos”.

A diferencia de la UPO, la Hispalense no ha roto aún relaciones con los centros académicos israelíes. Continúa remitiéndose al comunicado previo a las movilizaciones de todas las universidades públicas en el que pedían el cese de las operaciones militares israelíes en Gaza.

En la misma nota, se comprometía a “revisar y, en su caso, suspender” acuerdos con universidades israelíes que no hayan expresado su “compromiso con la paz”.

Por el momento, la Universidad de Sevilla no ha realizado ningún movimiento en ese sentido. Así, los alumnos han optado por romper relaciones y plantean manifestaciones como las de este lunes, donde se han adentrado en las Facultades de Derecho, Filosofía y Empresariales.