Imagen de cultivo de acuaponía

Imagen de cultivo de acuaponía EP Sevilla

Educación

El proyecto de la Universidad de Sevilla en Colombia para contribuir a su soberanía alimenticia

Consiste en implantar la acuaponía, un sistema que mezcla la cría de peces y el cultivo de vegetales, en zonas vulnerables.

30 agosto, 2024 14:22
Sevilla

La acuaponía es un sistema de cultivo sostenible que combina la crianza de peces de agua dulce con el cultivo de plantas. Se trata de un método innovador que busca generar beneficios en determinadas zonas vulnerables. Es lo que está probando un proyecto de la Universidad de Sevilla (US) en el Departamento del Cauca (Colombia), con el objetivo de favorecer su soberanía alimenticia. 

Luis Pérez, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la US, ha liderado dicho proyecto, llamado Aquacol. Con el objetivo de ayudar a producir alimentos frescos y saludables para las zonas colombianas en situaciones vulnerables, la hispalense, de la mano de las autoridades de dicha región ha instalado todo el material necesario para llevar a cabo la acuaponía.

Hasta el momento se han recogido más de 4.600 kilos de hortalizas, lechuga, acelgas, espinacas, tomates, pimientos, albahacas, cebolla y perejil, entre otras. También se han producido más de 300 kilos de tilapia y trucha.

El proyecto forma parte de una línea de investigación de más de diez años. Los productos obtenidos, además de para el consumo propio, están destinados a su comercialización a pequeña escala. En concreto, se prevé que el 30 por ciento de lo producido se venda. Unas ventas que ayudarán en gran medida a sufragar gastos de mantenimiento como la comida de los peces.

Pero, ¿en qué consiste exactamente esta técnica? El sistema fusiona la hidroponía -cultivo de plantas- con la piscicultura -cría de peces-. Los desechos de los peces se utilizan como abonos para las plantas gracias a la constante recirculación del agua. Esto hace que sea un mecanismo muy sostenible: ahorro de agua, energía y fertilizantes. 

Ha sido la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo la encargada de financiar el proyecto. Para ello, respondiendo a una solicitud de los expertos que fue aceptada a la primera, ha invertido 700.000 euros.

Además, Luis Pérez cuenta que tienen entre manos otro proyecto similar mucho mayor que necesitará un depósito que supera el millón de euros y que también tendrá lugar en Colombia, pero esta vez en zonas más diversas y remotas. Sin embargo, al no estar aceptada aún la solicitud "no es posible revelar de qué se trata".

¿Por qué en Colombia?

El país suramericano ha sido elegido para llevar a cabo el proyecto por varias razones. La primera es que las raíces tiran y que una de las investigadoras es de Colombia y "estaba muy interesada" en que este sistema llegase hasta su país natal. Por otra parte, es un país en el que se consumen muchos peces de agua dulce, un requisito clave para poder trabajar la acuaponía.

Colombia es considerada un buen socio local para este tipo de cooperaciones. La labor del país ha sido fundamental, ya que, por la distancia, los investigadores españoles "solo han visitado las instalaciones en cinco ocasiones durante los dos años y medio que ha durado el proyecto". 

Una ayuda permanente

"No queremos que este sea un trabajo que termine cuando nos marchemos los investigadores", señala Pérez. Por ello, con el fin de que el mantenimiento y el sistema perdure, se han impartido un total de siete cursos de formación a 50 personas de diferentes rangos de edad. Además, había 25 aprendices que rondaban los 20 años. 

El profesor destaca que los más jóvenes y los más mayores son los que más se han implicado. Como es el caso de una anciana que "todos los días iba a darle de comer a los peces". 

Sin embargo, también se han dado algunos incovenientes durante todo el proceso. Han sido sobre todo los relativos a la organización interna de quienes trabajan en el proyecto y en el ámbito de la seguridad, debido a la situación del país. 

El proyecto ayuda directamente a 75 núcleos familiares. Pero el número de beneficiarios total está en torno a 270 personas. Para ello se has instalado tres centros de acoponía de unos 400 metros cuadrados. Además se construyeron pequeñas instalaciones en institutos y talleres, entre otros lugares.