Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha hecho públicos los resultados de un estudio que apunta a la posible desaparición de las marismas de Doñana como consecuencia del cambio climático. Según indican, podría concretarse en un periodo que oscila entre los 42 y los 189 años.
El informe ha sido firmado por José Lázaro Amaro Mellado y Emilio Ramírez Juidias, ambos del departamento de Ingeniería Gráfica de la Hispalense. Han contado con la colaboración del Laboratorio de Teledetección de la Universidad Tecnológica de Perú.
En su estudio han concluido que la reducción de la superficie inundable en el Parque Nacional es "preopcupante". Asimismo, han constantado "alteraciones en la dinámica de los sedimentos". Todo ello "pone en riesgo" el equilibrio ecológico de la región y la biodiversidad.
Según los investigadores, el cóctel que conforman el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones podría conducir a la desaparición de las marismas. Tal como precisan, dentro de 42 años la zona ya podría quedarse sin humedales, aunque el periodo de disminución paulatina del agua podría prolongarse durante 189 años.
Asimismo, indican que debido a la pérdida de agua, la flora y la fauna de Doñana, con especies en peligro de extinción, ya está comprobando como se reduce considerablemente sus hábitat.
792 imágenes por satélite
Tal como informan desde la Universidad de Sevilla, en el estudio ha participado un equipo multidisciplinar. Así, han creado un "novedoso procedimiento" para identificar cuáles han sido las principales consecuencias del cambio climático en las marismas de Doñana entre 2009 y 2020.
Entre las fuentes empleadas han analizado 792 imágenes de satélite. Han empleado técnicas geomáticas de última generación, tales como la teledetección avanzada, datos LIDAR, modelos de cambio climático y análisis Big Data. Todas ellas estaban integradas en un Sistema de Información Geográfica.
De esta manera, han podido estudiar de forma detallada el comportamiento de los sedimentos y el flujo de agua en la zona. Certificaron "una disminución significativa en los niveles de agua" y en "la capacidad de renovación de los sendimentos". Según apuntan, ambas son cuestiones primoridales para la supervivencia del ecosistema.
Tal como indican los profesores de la Universidad Sevilla, han obtenido "datos de alta precisión sobre la topografía del terreno, llegando con exactitud a las zonas más afectadas por la erosión y los cambios en la zona inundable".
Prever el futuro de las marismas ha sido posible, según explican, al cruzar los sistemas de información geográfica con modelos climáticos.
Piden "medidas urgentes"
Los responsables del estudio no solo se han quedado en el diagnóstico, sino que han presentado propuestas para proteger el Parque Nacional de Doñana, considerado como una de las áreas con más biodiversidad de Europa.
En este sentido, han alertado de que "sin una intervención adecuada", la reducción de la superficie inundada seguirá ampliándose y desencadenaría "un colapso ecológico".
Es por ello que instan a tomar "medidas urgentes". Entre ellas reclaman una gestión más estricta de los recursos hídricos, así como la restauración de zonas afectadas. Asimismo, piden una mayor vigilancia sobre las explotaciones agrícolas ilegales existentes en el entorno.
Del mismo modo, plantean la necesidad de afrontar nuevos estudios que empleen tecnologías avanzadas para obtener más precisión en los datos y que la toma de decisiones siempre esté basada en la evidencia científica.