La reproducción de una postal inédita firmada por Federico García Lorca desde Sevilla en 1927 acaba de ver la luz en la Universidad hispalense. Todo gracias a una investigación liderada por la catedrática en Filología Lola Pons, que presentó el hallazgo el pasado lunes en el paraninfo del Rectorado de la Universidad de Sevilla.
Aquel año de inicios del siglo XX quedó marcado en la memoria cultural de la capital andaluza gracias al encuentro, casi fortuito, de muchos de los grandes jóvenes escritores españoles de la época. Tanto que, gracias a ese encuentro, que tuvo lugar en el Ateneo de Sevilla los días 16 y 17 de diciembre, este grupo se bautizó con el sobrenombre de la Generación del 27.
Se trataba de unas jornadas organizadas con el objeto de conmemorar el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora. Ellos fueron invitados por el torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías.
Ahora, la Hispalense ha presentado la campaña '27 para el 27', un proyecto con el que arrancan oficialmente los actos de celebración del centenario de la Generación del 27. El título de esta campaña viene al hilo de que justo en octubre de 2024 faltan 27 meses para el 1 de enero de 2027, cuando se inicie el centenario del movimiento literario.
Así, la Hispalense organizará una amplia programación cultural, académica y científica. Será, tal como apunta a EL ESPAÑOL de Sevilla el catedrático Manuel Ángel Vázquez Medel, que participa en su desarrollo desde el inicio, "el primer gran congreso del siglo XXI".
¿Qué relevancia tiene la postal hallada por Lola Pons?
En su reverso, la postal tiene un dibujo de este mismo edificio, que en aquella época era la Real Fábrica de Tabacos, y al que Federico califica como "piccasiana". Por eso Lola ha dicho que es la primera vez que se tiene constancia escrita del uso de este adjetivo, atribuido a Pablo Picasso.
También nos permite ver que su estancia en Sevilla se demoró más de lo que se pensaba, como mínimo hasta la fecha en que fue enviada, el día 23 de diciembre. Son datos interesantes. Por tanto este hallazgo y estas jornadas son grandes iniciativas por las que yo estoy muy feliz, cuenta con todo mi apoyo.
Lola va a ser un punto de convergencia muy importante, pero no se puede dejar de destacar a otros compañeros que están trabajando muy bien.
¿Cuál será la magnitud de este centenario?
Bueno, es un Congreso que ya está muy en marcha, como visteis en la presentación. En él participan otras entidades, como la Fundación Cajasol. Va a ser un Congreso muy gordo, quizá el primer gran Congreso del siglo XXI.
Fíjate que yo empiezo mi vida académica con el primer gran congreso que se hace en Democracia en España, el del año 1981, por el centenario de Juan Ramón Jiménez. Y ahora voy a terminarla con el primer gran Congreso del siglo XXI.
Nuestra visión va a ser completamente distinta, vamos a tener muchos más datos, como grandes epistolarios, y realidades que se han mantenido ocultas por familiares y herederos del 27, creyendo que actuaban en su beneficio. Por poner un ejemplo, la condición homosexual de algunos hombres y mujeres del 27.
Veremos el cine, la arquitectura, la danza, el teatro, y algunos poemas nuevos de la generación. Las redes, además, nos permiten gestionar todo esta documentación de manera distinta. Vamos a ver cosas muy importantes.
Sevilla será el gran escenario de este centenario, pero ¿qué relevancia contextual y cultural tuvo en aquella época?
Sevilla fue fundamental en la escritura vanguardista. Es curioso que una ciudad, a veces tan tradicionalista como esta, en los años veinte crease la revista Ultra, o la revista Grecia, publicaciones que recogen todos los movimientos de las vanguardias, y que alcanzan relevancia a nivel europeo.
Por eso, Sevilla tendrá mucha importancia. Dos de los grandes poetas del 27, fundamentales en el surrealismo español, Cernuda y Vicente Alexaindre, nacieron en Sevilla. Yo, además no soy sospechoso de subjetividad porque nací en Huelva, aunque llegué a Sevilla hace ahora 55 años.
Además de los eventos que van unidos a este gran centenraio, se harán distintas publicaciones. ¿Participará en alguna de ellas?
No, en mis años finales de vida académica mi mayor ilusión es ver que la Universidad sigue adelante. Me han ofrecido muchas oportunidades, pero tengo una trayectoria de investigación a mis espaldas de muchos años.
Quiero dejar ese espacio a los jóvenes. Por ejemplo, Charo Martínez, coordinadora del máster de Escritura Creativa en la Facultad de Comunicación, va a sacar un número de la prestigiosa revista Atalanta sobre el Barroco y la Generación del 27.
Habrá muchas publicaciones sobre estos escritores, sobre las mujeres del 27, nuevas miradas sobre la relación de la literatura y las artes, la música, y la pintura. Sobre gente como Dalí, claro, pero también Pepe Caballero, Maruja Mayo, Marga Gil Roesset -una mujer que estaba enamorada de Juan Ramón Jiménez y que se suicidó-.
Son figuras que tenemos que rescatar, el 27 no se reduce sólo a los escritores presentes en la famosa fotografía que dio origen a la calificación de este grupo, aquí en Sevilla.
Usted es experto en el poeta Juan Ramón Jiménez, de quien se dice que fue el "padre" simbólico de la Generación del 27. ¿Qué conexión tuvo realmente con estos escritores? ¿Hubo posteriormente algunos desencuentros con estos jóvenes?
Respondiendo a esto último, creo que la gente no debería dejarse llevar por habladurías. Juan Ramón es probablemente el poeta más importante de la literatura española, por no decir universal, del siglo XX. Fue Premio Nobel.
Él, junto con Antonio Machado, fueron el fundamento de la Generación del 27. En un primer momento, estos jóvenes escritores están muy vinculados a la poesía de Juan Ramón Jiménez. Se alimentan mucho, sobre todo, de la segunda antología, que sale en el año 22.
Luego, desde el 27, que son años muy rápidos, todo lo que se dirige hacia la República implica una rehumanización del arte, y en ese momento giran más hacia Machado. Pero ya desde el año 17 los jóvenes del 27 adoraban a Juan Ramón, que era muy generoso y receptivo.
Hay una postal que me parece más importante a nivel histórico que la que se acaba de publicar, y es una dirigida desde Sevilla por toda la Generación del 27 a Juan Ramón Jiménez. Pero en el 28 estos poetas empiezan a crecer, Juan Ramón es un poeta demasiado grande y tienen que distanciarse. Por parte de algunos, ese distanciamiento fue más injusto e ingrato.
Las desgracias de la guerra civil marcaron significativamente la relevancia política de estos escritores, como fue el caso de Lorca. ¿Qué enfoque le darán al centenario para escapar de estos debates?
Una de las cosas que más me emocionó en el acto de presentación del centenario fue ver a todas las administraciones reunidas en el Paraninfo, en una mesa. Estaba nuestro rector, que no representa a ninguna formación política, a su derecha había una representación del ministerio, y por tanto del Gobierno. Y a su lado, otra de la consejería de la Junta de Andalucía, de la Diputación y del Ayuntamiento.
A mí me da igual de qué signo sean cada uno, lo que debemos conmemorar de la Generación del 27 está muy por encima de eso. Debe ser ocasión para una auténtica reconciliación, para reconocer el pasado -que nunca debió haberse dado-, y que rechacemos la barbarie. La del asesinato de García Lorca y la del asesinato de José María Hinojosa, que era un hombre muy conservador y al que fusilan las tropas republicanas.
Además, no hay figuras mayores y menores en el 27. Cuando en Sevilla se acuña el concepto de la 'generación del mediodía', diciendo que Romero Murube o Alejandro Collantes de Terán son poetas de segunda división, frente a los diez que siempre se mencionan, no es verdad. Cada escritor aporta lo suyo.