Decía Quevedo que la educación, que es la base de toda convivencia civilizada, es la lección que algunos nunca aprenden. Sin ella, las relaciones entre las personas se vuelven difíciles, llenas de malentendidos y conflictos. La educación no solo se refiere a la adquisición de conocimientos académicos, sino también a los valores, al respeto y a la capacidad de tratar a los demás con cortesía. Por eso, cuando falta educación, es casi imposible sostener una convivencia adecuada.
Hay una frase que mi madre solía decir con mucha sabiduría: "Esa persona ha entrado en la universidad, pero la universidad no ha entrado en ella".
Y es que a veces, el simple hecho de tener acceso a la formación académica no garantiza que alguien se haya educado en el sentido más amplio de la palabra. No se trata solo de acumular títulos o conocimientos, sino de que la educación transforme cómo nos comportamos, cómo tratamos a los demás y cómo nos movemos por el mundo. Hay personas que, a pesar de sus logros académicos, no desarrollan esa empatía ni respeto por el prójimo, aspectos esenciales para vivir en sociedad.
La falta de educación en estos términos puede generar comportamientos prepotentes y despectivos. Nos encontramos con personas que, a pesar de sus privilegios o posición social, actúan como si estuvieran por encima de los demás, ignorando por completo las normas básicas de respeto.
Esto les hace comportarse, en palabras coloquiales, como tiranos. No importa cuántos títulos tengan colgados en la pared; sin educación en valores, siguen siendo personas incapaces de convivir en armonía con otros.
La convivencia con gente maleducada es un reto constante. Estas personas parecen pensar que el mundo gira en torno a ellas, que sus necesidades y deseos son lo único que importa, y que los demás están allí para servirles. Pueden interrumpir conversaciones sin consideración, ignorar reglas sociales básicas o ser abiertamente despectivos hacia quienes les rodean. Esto genera un ambiente de frustración y tensión, donde la comunicación fluida se rompe y el respeto mutuo se desvanece.
Uno de los grandes problemas de la falta de educación es que muchas veces las personas maleducadas no son conscientes de su comportamiento. Se creen por encima de los demás, como si las normas de convivencia no les afectaran. Esta arrogancia no solo crea conflicto, sino que también revela una gran falta de autoconocimiento. Pensar que uno puede comportarse de manera desconsiderada y seguir siendo bien recibido es una falacia peligrosa.
Lo positivo es que la educación, entendida como la capacidad de convivir y respetar a los demás, se puede aprender. Sin embargo, algunas personas simplemente no se dan cuenta de su importancia. En muchos casos, la arrogancia les impide ver que nadie está por encima de los demás y que todos necesitamos aprender a respetar y a ser respetados. De hecho, la verdadera educación es la que nos permite ver al otro como un igual, sin importar su nivel económico, estatus o cultura.
La sociedad necesita recordar que la buena convivencia empieza en casa, en las pequeñas interacciones cotidianas, y se expande hacia todos los ámbitos de nuestra vida. Si no somos capaces de mostrar respeto y consideración por los demás, el conflicto y la incomodidad serán inevitables. Una sociedad bien educada es, sin duda, una sociedad más justa y equilibrada.
La educación no solo nos da conocimientos, sino también las herramientas necesarias para vivir en comunidad. Aquellos que piensan que pueden pasar por encima de los demás, ya sea por falta de formación o por arrogancia, solo demuestran su falta de comprensión sobre lo que realmente significa ser una persona educada. Esta es la diferencia y lo que determina la calidad de nuestra convivencia.
Felicitar a las Bodegas Salado que acogió la presentación de la primera Guía Web de Enoturismo de Sevilla. Esta guía recoge la riqueza enológica de la provincia, con cuarenta bodegas y alambiques, divididos en cuatro rutas enmarcadas en las cuatro comarcas vitivinícolas.
Felicitar a Telmo&Leyva. Por si al final es cierto que están de vuelta.
Recordar que desde hoy hasta el día 9 de febrero del 25, se podrá visitar en el CAAC, (Centro andaluz de arte contemporáneo) TABLAO, 'Escenario de formas en el arte contemporáneo andaluz', una maravillosa exposición colectiva.
En la siguiente nos vemos y os seguiré contando qué pasó por aquí.