Enorme es la devoción que miles de personas tienen a Santa Ángela de la Cruz. Aquí no hay siglas, ni condición. Recientemente se ha presentado en la Cámara de Comercio de Sevilla el libro ‘Santa Ángela y la sabiduría de la Cruz’, en el que la periodista Gloria Gamito Baena pretende dar a conocer la vida de la santa sevillana con una narración sencilla y directa, “una oportunidad para descubrir la auténtica personalidad de esta mujer que, con humildad y sacrificio, fundó la Compañía de la Cruz y escribió páginas místicas a la altura de San Juan de la Cruz”. Se trata de una biografía que le encomendó la madre general, Sor Reyes De María de la Cruz (“No puedo imaginar un honor más grande”), para “acercar la vida de Santa Ángela a las personas del siglo XXI”, descubriendo el contexto del siglo XIX en el que sentó las bases de una compañía que sigue ayudando a pobres y enfermos con 53 casas en España, Italia y Argentina.

A través de sus páginas, Gamito sigue las huellas de esta “zapaterita santa”, que sin apenas formación fundó el Instituto de la Cruz. Todos los asistentes a la presentación del libro coincidieron en destacar, además de la trayectoria profesional de la autora, el especial vínculo que la une con las Hermanas de la Cruz.

Dice la autora que cuando se acerca a “esa capillita resplandeciente de santidad, que serena el alma y la conforta”, ve a tantas personas que la quieren como ella, que se emociona. A muchos también llena de alegría encontrarse, en estos trágicos tiempos de DANAS, DANOS y DANES, con esta pizpireta juntaletras por cualquier rincón de la ciudad.

Para Oscar Wilde la diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída. Evidentemente, el inglés no conocía a Gloria. Periodista, licenciada en Ciencias de la Información por la Complutense, con más de treinta años a sus espaldas en una redacción, escribe desde hace más de cinco décadas sobre la Compañía de la Cruz.

Bondad y gracia en gestos y comentarios, trabajadora, honrada, honesta… Da gloria encontrarse con Gloria. Maestra del periodismo y de la vida. Sus amigos saben que es la alegría personificada, a pesar de la pronta despedida de su compañero de viaje (‘la batalla del amor se gana en fidelidad’) y afrontar la vida con dos hijas y tantas horas de rotativas y rogativas. “Ningún camino de flores conduce a la gloria” (Jean de la Fontaine). Persona buena, alegre, divertida, consuela y alegra con sus palabras la existencia de cualquiera que tenga la suerte de estar cerca. Regala y derrama amor, como la santa.

Decía Ryszard Kapuscinski que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.

Estos días son de Gloria. Como dijo la periodista durante la presentación de la biografía: “Cuando voy a la capilla con más santidad de toda la ciudad, la que alberga dos santas y un beato, y lo hago con frecuencia, siempre tengo una palabra en los labios: Gracias”. Al final, bien. Gracias, Gloria, por regalarnos esta obra e iluminarnos siempre con tu sonrisa. Qué suerte tienen las hermanas de tenerte siempre cerca. El invierno se acerca…