Hay personas que poseen un talento especial para evitar cualquier gasto. Son los conocidos "gorrones", aquellos que se infiltran en planes y eventos sin que nadie los invite formalmente, y que tienen una habilidad casi mágica para desaparecer justo cuando llega la hora de pagar. Estos personajes hacen de la economía extrema un arte, y aunque a veces pueden sacarte una sonrisa, otras veces pueden sacar lo peor de ti.

Imagina una cena de amigos. La noche fluye entre risas, anécdotas y brindis, pero cuando llega el momento de dividir la cuenta, el gorrón habitual siempre tiene una excusa a mano. Desde olvidarse la cartera en casa hasta fingir una llamada urgente, estos expertos del escaqueo son dignos de un premio a la creatividad. Y claro, siempre hay algún buen samaritano que termina pagando por ellos, perpetuando este ciclo eterno de gañotería.

Los gorrones no limitan su actuación a cenas o comidas. ¡Qué va! Estos individuos amplían su repertorio a bodas, cumpleaños, eventos corporativos y hasta reuniones familiares. ¿Quién no ha conocido al típico acompañante que se cuela en una boda, haciendo gala de su simpatía para pasar desapercibido, pero devorando el buffet como si no hubiera mañana? Son maestros del disimulo, capaces de integrarse en cualquier ambiente como si fueran invitados VIP.

Luego están los "cumpleañeros espontáneos". Sí, esos que aparecen en fiestas ajenas sin siquiera conocer al cumpleañero. Alegan que “pasaban por allí” o que alguien los invitó. Pero lo curioso es que nunca llegan con un regalo, aunque nunca faltan al pastel ni al brindis.

Lo más impresionante de los gorrones es su capacidad para improvisar. Algunos de sus trucos más comunes incluyen: La táctica del baño eterno: Cuando se acerca el momento de pagar, desaparecen como por arte de magia rumbo al baño. Regresan cuando ya todo está solucionado. El despistado conveniente: Fingen no haber oído la conversación sobre dividir la cuenta. ¿Ah, ya se pagó? Qué rápido, yo quería contribuir, pero bueno, la próxima será. El falso altruista: Se ofrecen a pagar con la tarjeta para que todos le den el dinero, pero luego se "olvidan" de hacer el cargo completo o encuentran alguna confusión mágica en los números. El infiltrado social: Se cuelan en eventos argumentando que son amigos del primo de alguien. Una vez dentro, hacen vida social como si fueran los organizadores.

Aunque a veces estos personajes pueden resultar graciosos, a largo plazo su actitud desgasta. Nadie disfruta sentir que siempre lleva la carga financiera de un grupo o evento. Y aunque es difícil confrontarlos sin caer en una situación incómoda, a veces basta con un comentario sutil o con establecer reglas claras desde el principio.

Podemos debatir si el gorrón actúa por necesidad, por costumbre o simplemente porque le resulta fácil. En muchos casos, no es que no puedan pagar, sino que se han acostumbrado a que otros lo hagan por ellos. Hay quienes lo ven como un juego, otros lo justifican como una forma de "ahorrar", pero al final todos sabemos que no es más que una falta de consideración.

Si bien los gorrones pueden generar malestar, también nos enseñan algo: el valor de la reciprocidad. Una relación sana, ya sea de amistad o familiar, requiere un equilibrio. Así que la próxima vez que te encuentres con un gorrón en acción, quizá sea momento de poner límites o, al menos, de reírte de su ingenio

En el fondo, todos hemos tenido un amigo gorrón… o tal vez hemos sido uno sin darnos cuenta. ¿Te suena?

Y no son gorrones si no todo lo contrario y que han dado a conocer, como será el nuevo envase y estuche de los Dulces Conventuales de las Hermanas Clarisas de Sevilla, del Monasterio de Santa María de Jesús, en calle Águilas 22, de Sevilla.

Realizado en formato de "lata cuadrada". Se basa en una pintura original del artista sevillano, Javier Jiménez Sánchez-Dalp, con la que se ha querido rendir homenaje, a las imágenes Titulares que procesionarán el próximo día 8 de diciembre, con motivo de la denominada Procesión Magna, la cual servirá de clausura al II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.

Antonio María Lebreros, Javier Jiménez Sánchez-Dalp, y las abadesas Madre Lucia y la Vicaria Madre María José.

Las Clarisas son solo unas de las que participaran de la XL exposición y venta de los Dulces de conventos de clausura, que organizaron por primera vez Claudia Rodríguez con Maria Luisa Fraga y que han tomado el relevo la segunda generación que tiene por coordinadoras Claudia Hernández, Rocío Soto y Layla Halcón, además de contar con muchísimos voluntarios. Tendrá lugar del día 3 al 6 de diciembre y como es habitual en el Real Alcázar de Sevilla.

Felicitarnos a todos los sevillanos por tener en nuestra ciudad el mejor Hotel Boutique del mundo designado por el World Travel Award, (considerados como los Oscar de la industria turística) la Casa Palacio Don Ramón. Perteneciente al grupo andaluz Kaizen.

Pepa Juste

Hacerle llegar mis parabienes al arquitecto Honorio Aguilar por el 30 cumpleaños de su magnífico estudio.

Ahhh, se me olvidaba, la semana pasada comente la nueva novela de Victoria Zambrana y estaba tan entusiasmada porque la acababa de leer que nombre por error la primera. La segunda se llama El color de las Sombras.

María Zambrana

En la siguiente nos vemos y os seguiré contando que pasó por aquí.