Llegó el día. Sevilla abre sus ventanas al mundo en este diciembre primaveral. Una vez superadas todas las trabas y obstáculos, la ciudad disfruta de toda su magnanimidad barroca. "¿Cómo puedo comenzar algo nuevo con todo el ayer que llevo en mí?" (Leonard Cohen). Acabó la hora de las críticas para ofrecer nuestra mejor versión. No vale aquello de menospreciar las costumbres importadas de otras localidades que nos amparan este día. En el fondo siempre nos enriquecen a nosotros mismos, a nuestra cultura y a nuestro día a día. La Magna ya está aquí.
La palabra "magna" proviene del latín magnus y significa grande. Este término se utiliza en varios contextos para denotar algo de gran tamaño, importancia o dignidad. Por ejemplo, en el ámbito académico, una "magna carta" es un documento de gran relevancia y autoridad. En las celebraciones y eventos, una "magna fiesta" se refiere a una celebración de gran magnitud.
La palabra también se encuentra en títulos honoríficos, como "Magna Cum Laude", que se otorga a estudiantes que se gradúan con altos honores. En resumen, "magna" es una palabra que lleva consigo un sentido de grandeza en cualquier contexto en el que se utilice, incluso la clausura de un Congreso de Hermandades se puede cerrar con una Magna procesión, como la que discurrirá esta tarde por las calles de la ciudad.
Durante los últimos días las redes se han llenado de grandes polémicas sobre lo que es cateto, lo que pega, o lo que es sevillano o no. Cualquiera -anónimo o no- se cree con derecho a magnas críticas sin que importe un bledo la ofensa que generen sus malignos comentarios, cuando encima a veces es evidente que no tienen magna idea sobre lo que escriben. "Niño, coge un Magnum del congelador…" ¡Ay madre!
Grande el Mulhacén. Sierra Nevada es sevillana. Y no me refiero a la 'calle particular' que existe junto a la plaza de San Agustín. Cuando estas tardes atraviesas esa pista de Borreguiles que aquí llamamos Avenida, no hay mejor fórmula para salir al paso que sonreír. Es como en la sierra. Evitar banderas. Esquiar en zigzag. Esquivo a un italiano, una pareja de Brasil, la niña que te ofrece garrapiñada, el del patinete, ¡zig! Un grupo de portugueses, el Tercio de Olivares, las manzanas caramelizadas, la cola de la lotería del Gato Negro, una tuna cantando o ¡zag!, el camarero en caída infinita...
Todo ello bajo una nevada de lucecitas. La sonrisa es la mejor defensa. No hay mejor antídoto que te permita llegar estos días desde la Puerta de Jerez a la Plaza Nueva. Aunque puede que te aproximes a la meta justo a la hora en la que el Ayuntamiento cambia de color. Tiembla. Te has encontrado con un tapón. Es lo que tiene el mappeo… ¡Oh my God!
A mi padre le gustaba hacer de cicerone. Era poner un pie sobre los adoquines del Barrio de Santa Cruz y ya estaba indicando alguna ruta a un par de turistas sonrientes. El barrio lo echa de menos. En aquellos tiempos no había tantos turistas. Pero se sonreía más. Como decían algunas campañas pasadas de moda, el sevillano debe ser paciente y amable con los visitantes. Estos días más, si cabe…
"El pasado es un prólogo" (William Shakespeare). Seamos serios. La imagen de la ciudad hoy está en juego. Al final, bien. Esperemos que todo salga según lo previsto y podamos disfrutar -sevillanos y visitantes- de una Magna procesión de clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular, aunque sea desde el sofá.
Si realmente hay algo histórico en la ciudad es este Domingo de Ramos navideño. Un regalo más que la vida nos da. Necesitamos magnas sonrisas que ofrezcan lo mejor de nosotros mismos. Sonrisas como las de las Inmaculadas que celebran hoy su día. Como la sonrisa etrusca que mostrarán las vírgenes medievales al salir de la Catedral. Una imagen del rostro de la Virgen de Valme, Setefilla, Consolación o de la Reina de los Reyes consiguen que, aunque estemos a muchos kilómetros de nuestros hogares, al ver sus caras aparezca una sonrisa y nos podamos sentir siempre cerca de casa. Junto a la calle Castilla o a la plaza de San Lorenzo. Siempre con Esperanzas. Disfruten de la Magna. El invierno se acerca…