Último domingo del año. Este 2024 que ha hecho que sea posible el reunirnos por aquí un día a la semana desde hace ya casi doce meses. 365 días en los que nos asomamos a esta ventana sevillana de El Español para intentar abrir debates globales desde el corazón de Andalucía. Desde estas líneas hemos sobrevivido a una Semana Santa lluviosa y a una Feria de Abril de sábado a sábado, que quizá -desgraciadamente para quienes trabajamos algún fin de semana al mes-, no volvamos a ver. Pasó Pentecostés, con El Rocío, ese en el que "los rezos por sevillanas, el repique de campanas, los cohetes y el gentío, el desfile de caballos y esa alegría de mayo, cuando mi hermandad…", como dice la canción que tan bonito canta José Luis Pérez-Vera y que compuso su tío Feliciano. Tras el Corpus, las glorias y romerías…
En octubre se inauguró la exposición de 'Los Machado. Retrato de Familia', que ha sido prorrogada hasta el 4 de enero. Celebrada con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Manuel Machado y en 2025 de su hermano Antonio, Sevilla acoge por primera vez en un mismo espacio 200 obras, muchas de ellas jamás vistas antes, que muestran cronológicamente los momentos más destacados de la vida de estos hermanos.
Pero sin duda, si algún momento de esplendor tuvo Sevilla en 2024 fue la Magna. Pasarán muchos años antes de que podamos olvidar esa foto de Juan Manuel Serrano de los pasos atravesando la multitud junto al río. Diciembre, ese mes que Lora del Río hizo suyas las calles de Sevilla, vías tomadas por cantes de Dos Hermanas y Utrera. "Cuando un pueblo trabaja Dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, Dios lo ama" (Facundo Cabral).
Por la calle Asunción se adelantó un par de días el Heraldo de Los Remedios. El del Ateneo sigue saliendo el mismo día, pero ya hay casi tantos heraldos reales como cabalgatas. Antes, si algún conocido salía de beduino sabías qué día lo haría, pero ahora con tanto cortejo es imposible. Al menos venderán más caramelos los comercios de chucherías de los polígonos ¡Ay, madre!
Desgraciadamente este año no quedará para la posteridad por los caramelos empapelando el alquitrán tras el paso de las cabalgatas, sino por el fango que quedó en las calles de Levante. Adiós al año de la tragedia de Valencia. Esa a la que también acudieron muchos sevillanos para ayudar de la mejor manera que podían. "Uno de los secretos profundos de la vida es que lo único que merece la pena hacer es lo que hacemos por los demás" (Lewis Carroll).
"Grabad esto en vuestro corazón: cada día es el mejor del año" (Emerson). Al final, bien. La noche del próximo martes daremos la bienvenida al 2025, el año posdana. Comienzan doce meses para la esperanza, como la que ofrecieron aquellos dos palios por el Paseo Colón el pasado 8 de diciembre. Ojalá lleguen pronto la alegría de vivir y las ayudas a aquellas zonas. Que en este año que entra se cumplan todos vuestros deseos. Feliz 2025. La primavera se acerca…