Las jornadas electorales siempre suelen deparar escenas muy curiosas. La de las europeas en este domingo no ha sido menos. Una de las más llamativas se ha registrado en Sevilla, donde una pareja ha acudido a votar vestidos de novios.
Concretamente, ha sucedido en la localidad de Los Palacios y Villafranca. Tal como ha informado la Delegación del Gobierno en Andalucía, ambos se han presentado a las 8:45 en su colegio electoral, el IES Al-Mudeyne.
Venían directamente de la celebración del enlace y no iban solos. Les acompañaban varios invitados. Además de ir con sus correspondientes trajes de novios, estaban cubiertos de purpurina.
Llegaron antes de tiempo y tuvieron que esperar un cuarto de hora hasta que se constituyeron las mesas para poder ejercer su derecho al voto.
No es la única particularidad que se ha registrado en Andalucía. En Jaén, un votante se presentó a votar, pero había cambiado sus apellidos mediante sentencia judicial después de la actualización del censo.
Al haber aportado la sentencia que lo justifica, se ha dejado constancia de la situación en la lista numerada de votantes y en el acta de sesión, tal como apunta la Delegación de Gobierno.
Mientras, también en Jaén, pero en el municipio de Lopera, una persona quiso votar presencialmente, pero el censo electoral reflejaba que su voto ya estaba emitido por la vía del correo. No se le ha permitido introducir la papeleta en la urna, ya que la ley no permite el voto presencial desde el momento en que se solicita votar por correo.
Por su parte, tres colegios en Málaga, y otros tres en Huelva, Córdoba y Vícar (Almería) han registrado diferentes incidencias en la constitución de sus mesas. Por ello, el cierre de la votación se prolongará entre 10 y 58 minutos, según el informe de la Delegación del Gobierno.
Caída de la participación
Por lo demás, la jornada se ha desarrollado con plena normalidad y sin incidencias reseñables. La participación ha sido muy baja, del 45,29 por ciento, 13,15 puntos menos que en 2019, cuando también hubo elecciones municipales.
No obstante, es la segunda más alta entre los comicios europeos que se han celebrado en solitario. Solo la supera 1989, cuando fue del 52,75 por ciento.