Este es el pueblo más pequeño de Sevilla, con menos de 300 habitantes y su propia versión de gazpacho
La independencia de esta localidad llegó en 1921, pero su entorno fue poblado desde la prehistoria.
25 junio, 2024 05:45Sevilla cuenta con grandes núcleos de población. No obstante, hasta en los rincones más pequeños hay tesoros por descubrir. Es el caso de El Madroño, el pueblo más pequeño de la provincia, que apenas llega a los 300 habitantes.
Esta localidad está situada prácticamente en la frontera con Huelva, junto a la Sierra de Aracena. De hecho está más cerca de la capital onubense (poco más de una hora), que de la hispalense (una hora y cuarenta minutos)
El Madroño tiene una historia curiosa, ya que es independiente desde 1921. Hasta ese momento pertenecía a El Castillo de las Guardas. Varios de sus habitantes creyeron que tenía su propia idiosincrasia y empezaron a luchar por ello desde 1822.
Un 27 de mayo de 1921 obtuvieron el reconocimiento oficial y cada año celebran la independencia en una de sus fiestas. No es la única. También tienen las Cruces de Arriba y Abajo. En ellas hacen romerías que se viven con gran fervor.
La historia de El Madroño como pueblo independiente tiene poco más de un siglo, pero su entorno fue poblado desde la prehistoria. Así lo atestiguan los grabados rupestres encontrados en el Cerro de El Riscal. Por su cercanía a la Ruta de la Plata era un territorio muy transitado.
No obstante, la población del núcleo actual y de las aldeas que dependen de él fue posterior a la reconquista cristiana. Es una zona de tradición minera y agrícola.
La naturaleza es uno de los grandes atractivos de este pueblo. De hecho, adopta esta denominación por la cantidad de árboles de este tipo que hay en el entorno. A poco más de 1,5 kilómetros está el Monumento Natural de la Encina de los Perros, con un árbol cuya sombra supera los 600 metros. La zona es ideal para hacer senderismo y montar en bicicleta.
Entre sus construcciones más destacadas está la Iglesia de San Blas, el patrón del municipio. El templo es de la primera mitad del siglo XVI.
Gastronomía propia
Por supuesto, la gastronomía propia es una de las señas de identidad del pueblo. De hecho tienen su propia versión de gazpacho. La llaman sopeao y se diferencia de la clásica receta, porque se sirve acompañada de pan. Lleva ajo, sal, vinagre, pimiento, tomate, aceite de oliva, agua y cebolla.
La caldereta de chivo es otro de los platos típicos de una localidad de la que dependen administrativamente otras aldeas como las aldeas de El Álamo, Juan Antón, Juan Gallego y Villagordo.
Pese a su tamaño diminuto y su escaso volumen de habitantes, El Madroño sigue manteniendo viva su cultura. Como pueblo orgulloso de su existencia, es una muestra más de la riqueza de la provincia de Sevilla