Sevilla
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Este lunes se han presentado los resultados de las excavaciones que se han llevado a cabo en el Cenador de Carlos V, en el Real Alcázar de Sevilla. Gracias a este informe se ha podido saber que, debido a una "grave inundación", las antiguas dimensiones -mucho más grandes- del antiguo edificio almohade sobre el que se asienta cambiaron por completo. Además, se ha confirmado que dicha estancia palatina de finales del XII, estaba dedicada al ocio. Era un espacio de recreo entre las huertas.

El estudio realizado pone el foco, entre otros asuntos, en las similitudes entre dicho espacio y otros edificios como el Palacete Buhayra de la Menara ubicado en Marrakech o la gran cúpula del Alcázar de Jerez. 

Miguel Ángel Tabales, profesor y arqueólogo que ha dirigido el proyecto, ha catalogado el trabajo de "una experiencia inolvidable". Además, señala que "las informaciones obtenidas después de haber entrado en este pequeño edificio van a alumbrar trabajos posteriores".

Después de las investigaciones pertinentes, se ha podido saber que la primera cota del edificio era mucho más baja que la actual. Sin embargo, después de una grave inundación -que destruyó la muralla de Sevilla y más de 6.000 casas- "el edificio se tuvo que transformar". 

El delegado de Hacienda, Administración y Transformación Digital en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Bueno, ha agradecido al equipo que dirige el Real Alcázar "poner en marcha los trabajos de arqueología e investigación". También ha defendido que "esta es una tarea nada fácil pero que han llevado a cabo con gran éxito".

En paralelo, Bueno ha asegurado que "el Ayuntamiento de Sevilla seguirá trabajando para que el Cenador esté listo para celebrar el aniversario de boda de Carlos V el próximo 2026". Además, ha defendido que "este no es un proyecto acabado, sino todo lo contrario, está vivo".

Reforma de un edifico islámico

El equipo de arqueólogos no ha podido tocar el subsuelo de la estancia por el pavimento. Este se trata de un material de 1.543 "único, al igual que las fuentes". Tocar el interior del Cenador significaría "destruir" el suelo, algo a lo que "no están dispuestos".

Los resultados del informe concluyen que el actual Cenador de Carlos V es una reforma de un edificio islámico almohade con dimensiones muy diferentes a las actuales. Estas eran mucho más grandes. A partir del 1.543, las pinturas árabes que decoraban las paredes fueron cubiertas con pintura blanca. 

Recreación de cómo habría sido el edificio almohade donde se asienta el Cenador de Carlos V. E.E. Sevilla

Después de analizar las posibles funciones que tendría este espacio, el equipo de arqueólogos defiende que se trata de una espacio con similitudes con otros edificios de Andalucía como el Cuarto Real de Santo Domingo y el Alcázar Genil, en Granada y la gran cúpula del Alcázar de Jerez. 

Aunque no se descarta que usara como cementerio, -puesto que tiene "algunas características similares"- la hipótesis principal era que se usaba como espacio de ocio. Tabales ha descartado que se trate de un oratorio o fuente monumental como los que se encontraban frente a las mezquitas para lavarse las manos antes de entrar.

Sin embargo, los investigadores ven claras similitudes entre el Cenador y el Palacete Buhayra de la Menara ubicada en Marrakech. Las plantas de ambos espacios "coinciden a la perfección". Con estas pesquisas, se ha podido llegar a la conclusión de que "es una estructura muy parecida a las palatinas".