Sevilla

El Instituto de Medicina Legal de Sevilla tiene su equipo de radiología roto. La máquina, con más de 20 años de uso, no funciona, señalan desde el sindicato CSIF, y eso obliga a llevar los cadáveres desde su sede, en San Jerónimo, hasta el hospital Virgen del Rocío para realizar las autopsias. 

Esto es así, indica el responsable de dicho sindicato, porque la máquina de radiología está rota "desde el pasado mes de diciembre", hace ya seis meses. De esta forma, los médicos que trabajan en las autopsias en el Instituto de Medicina Legal no pueden completar su trabajo y tienen que enviar los cuerpos al Virgen del Rocío. 

Así, indican en CSIF, el equipo roto ya no tiene arreglo. "Es necesario su reemplazo", ondocan y "a día de hoy, la Consejería de Justicia aún no ha dado autorización para la nueva compra”, añaden.

De esta forma, si esta gestión se demorara hasta septiembre, “el Instituto de Medicina Legal de Sevilla estaría cerca de un año sin esta herramienta, esencial para el trabajo diario de los patólogos forenses, dado que es un equipo que se fabrica bajo demanda y necesita al menos dos meses para su creación”.

El responsable sindical de CSIF manifiesta la certeza de que la autorización de la Consejería de Justicia “no va a ser inmediata, ya que ha informado al responsable forense de que será la asesoría jurídica quien estudie si es viable o no la compra del nuevo equipo”.

Virgen del Rocío

Ante esta situación, Miguel Millán explica que “ahora, cada vez que hay que hacer una autopsia, el Instituto de Medicina Legal de Sevilla tiene que trasladar los cadáveres al hospital Virgen del Rocío, lo que supone múltiples inconvenientes: custodia en el cadáver, ralentización en la autopsia y afección a las listas de espera de pacientes”.

"Las salas de refrigeración están llenas de esos cadáveres que no se reclaman" afirma el responsable sindical de CSIF. "Hace unos meses las funerarias se llevaron del Instituto de Medicina Legal de Sevilla varios de estos cadáveres, porque no había sitio para su guarda".

Miguel Millán concluye “los hechos hablan por sí solos” y, ante esta situación, “no podemos creer en esa “Justicia de calidad” que tanto nos vende José Antonio Nieto; se está entorpeciendo el normal funcionamiento de la Administración de Justicia, al no existir los medios necesarios para su labor”.