Sevilla

El 4 de octubre es el Día Mundial de la Sonrisa. Surgió de Harvey Ball, el creador de la smiley face (el origen del emoticono de la cara sonriente). Desde 2001 se celebra una jornada que trata de fomentar la alegría y las buenas obras en todo el mundo.

No obstante, la fecha es una buena ocasión para preguntarse si es posible lucir una sonrisa perfecta. El sevillano Daniel Torres, elegido este 2024 como dentista del año, asegura que "es posible".

No obstante, este catedrático de Cirugía Bucal y Doctor en Odontología por la Universidad de Sevilla avisa de que antes hay que "definir la perfección". Sobre todo, recalca que la perspectiva tiene que ser a la vez estética y funcional, porque "aquello que no funciona no puede ser bello".

Asimismo, subraya que "la boca tiene que ser dinámica", pues tiene que servir para sonreír y hablar. Buscar la belleza por "una sonrisa en una foto", no merece la pena, indica.

Daniel Torres confirma que efectivamente una sonrisa perfecta es aquella que "cumple con los cánones estéticos de la sociedad", que cambian según las modas, pero "siempre hay que buscar que funcionalmente sea lo mejor posible".

"Hay un concepto que une estos dos puntos y es la armonía. Por tener los dientes perfectos no puedes cargarte una cara que sea armoniosa. Esos matices hay que controlarlos. Muchas veces las modas nos igualan a todos", lamenta.

"La estética no es un filtro"

Este facultativo insiste en que la "estética no es como un filtro" al estilo de los de Instagram, que son instantáneos. Depende de las necesidades de cada persona.

Entre los factores necesarios para lucir una sonrisa perfecta, Torres destaca la importancia de que la boca tenga una apertura amplia para que pueda moverse y cumplir todas sus funciones. Además, "tiene que tener una magnífica higiene y un perfecto cuidado de la estructura". 

El dentista del año asegura que la odontología está "siempre condicionada por la estética". Por ello, entiende como lógicas las peticiones de aquellos pacientes que buscan una sonrisa perfecta.

No obstante, lamenta que a veces no se relacione la estética con la función. "Se busca el atajo rápido, el tratamiento resultadista y buscar rápidamente la belleza, que es indisoluble de los otros puntos", indica.

Posibles tratamientos

Respecto a los posibles tratamientos, Torres incide en que lo principal es "mantener la boca sana y limpia". "No te puedes imaginar la gran cantidad de pacientes que preguntan por un tratamiento estético y procede de un problema de salud", cuenta.

Según apunta este profesional, una buena higiene es el 75 por ciento de la estética. Luego se pueden realizar ortodoncias o colocar carillas, "pero todo en un marco de tejido rosa, encías y labios sanos, muy armónicos".

Este profesional incide en que cuando se hacen este tipo de tratamientos se busca funcionalidad, para que "los dientes muerdan bien, pero resulta que cuando cumplen su función "es también bonito". Se cumplen las dos premisas a la vez. No obstante, para abordar cualquiera de estas intervenciones, recalca que lo primero es la higiene.

¿Al alcace de todos?

Daniel Torres asegura que una sonrisa perfecta "debería" estar al alcance de todo el mundo, pero "por desgracia son tratamientos médicos que tienen un coste" y que quedan fuera de los servicios públicos. "No todo el mundo puede permitirse una salud bucal", precisa.

"Si en un momento determinado la población accediera a un tratamiento básico de salud bucodental, todo el mundo podría tener una sonrisa perfecta", argumenta.

En cambio, creo que "no está al alcande de todo el mundo", ya que todo cuidado requiere una salud bucodental e ir al dentista. Sin acudir al especialista "no se puede afianzar la salud", que es el 75 por ciento de la estética.

Coste de los tratamientos

De todos modos, el catedrático considera que los tratamientos estéticos "no son prohibitivos". "Muchas veces es más costoso, porque hay que empezar de cero y arreglarlo todo", añade.

No obstante, detalla que una ortodoncia estándar estaría en torno a los 2.500 euros y un par de años de tratamiento. Por su parte, una carilla está sobre los 500 euros. Como habitualmente se hace todo el frontal, podría ascender a los 3.000 euros. También se pueden hacer blanqueamientos con peróxido de hidrógeno por 250 euros.

"Son muy raros los presupuestos de más de 10.000 euros por rehabilitarlo todo", asegura este dentista.

En cualquiera de los casos, Daniel Torres asegura que los especialistas tienen que hacer pedagogía desde la consulta cuando se les pide una sonrisa perfecta.

"Es una constante, pero hay que explicarle el problema que subyace en esa falta de estética. A lo mejor quieren tener la sonrisa de alguien conocido, pero tenemos que explicarle si puede ser o no", concluye el que este 2024 es el dentista del año, entre otras cuestiones, por su trabajo en favor del reconocimiento de las especialidades odontológicas.