Se ha confirmado una nueva agresión al personal sanitario en la provincia de Sevilla. En esta ocasión ha tenido lugar en un centro de salud de la localidad de El Ronquillo. Un hombre, del que no se ha podido determinar su identidad, solicitó ver al médico durante el tramo de tiempo en el que éste se encontraba desayunando.
Al no obtener una consulta inmediata con el profesional sanitario agarró del cuello a la víctima, una auxiliar administrativa del centro que lo atendió y que en ese momento se encontraba sóla, para luego empujarla hacia atrás con fuerza.
Tras la agresión, la víctima, atemorizada, corrió a esconderse en el baño. Allí se encerró con el pestillo echado durante unos minutos. Al salir, el agresor se había marchado, por lo que fue imposible identificarlo.
Fuentes del CSIF responsables del Distrito Norte de Sevilla explican a este periódico que, cuando se tuvo constancia del ataque, se activó el Plan de Prevención y Atención de Agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Además, se hizo un parte de lesiones en el mismo momento en que la auxiliar informó al médico de la agresión.
De baja tras el ataque
Según la misma fuente, la víctima cuenta que cerró los ojos en el momento del agarrón, pensando que el hombre "le pegaría". Mientras agarraba su cuello, el agresor "le clavó las uñas" antes de empujarla hacia atrás.
El CSIF confirma también que la víctima se ha dado de baja por las secuelas psicológicas que ha tenido el ataque. "No quiere volver a quedarse sóla", cuentan.
Esta agresión se suma a otras cuatro más recientes registradas en distintos centros sanitarios de la provincia de Sevilla. El pasado día 5 de noviembre, por ejemplo, en el centro de salud de Pino Montano A un médico tuvo que pedir una baja tras recibir un puñetazo con lesiones en la mandívula y el cuello.
Dos días más tarde una nueva agresión se producía en otro centro de salud, en Osuna, y la más reciente ocurrió el pasado lunes en el centro de salud aljarefeño de Pilas.
Tras la activación del Protocolo de Prevención, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) informa de que ha puesto a disposición de la profesional afectada todos los recursos necesarios, entre ellos asesoramiento legal y apoyo psicológico, así como asistencia sanitaria si fuera necesaria.
Por otro lado, el SAS recuerda que "la agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública es considerada delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en diferentes casos con penas que oscilan entre los 12 meses y los 3 años de prisión".