Nerea Núñez
Sevilla
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"Me decían que la regla dolía, que era algo normal, pero me paraliza la vida". Así se expresa María José Muñoz, una de tantas sevillanas que sufren endometriosis.

"Mi primera regla acabó con una hemorragia en el hospital". Ana Ferrer, vocal de Derechos y Salud de la mujer de la Asociación de Afectadas por la Endometriosis Crónica (ADAEC), lleva años luchando porque las mujeres que padecen esta enfermedad sean escuchadas. 

Esta mujer de 49 años, formadora de la sede de ADAEC en Sevilla, explica que, desde muy joven, la llegada del periodo era "un calvario", ya que le impedía por completo salir de casa y hacer vida normal. 

Debido a los dolores insoportables que padecía, pasó su adolescencia visitando especialistas. "Llegué a pesar por debajo de los 40 kilos", afirma, "y entonces me dieron anticonceptivos".

Estos anticonceptivos paliaron sus síntomas, de modo que, al sentirse mejor, los dejó. Con 21 años se quedó en estado y, después del embarazo, "todo fue a peor".

"No podía ni andar", sostiene Ana, que subraya en numerosas ocasiones el hecho de que es necesario desmentir algunos mitos que se han creado sobre la endometriosis; uno de ellos, que después del embarazo desaparecen los síntomas. 

"El embarazo no cura la endometriosis", insiste, "de hecho, son muchos los casos en los que esta enfermedad empeora después de dar a luz". Lo mismo sucede con la menopausia, según apunta esta mujer ya veterana en el trato con pacientes.

Sanidad privada

Desde que fuera diagnosticada con 26 años, Ana Ferrer ha vivido a base de analgésicos para disminuir los dolores que sufre. En la actualidad, tiene colocado un DIU hormonal y continúa con pastillas paliativas. 

"También tengo prescrito opiáceos, porque mi endometriosis me provoca obstrucciones intestinales, pero conozco a personas que están con parches de fentanilo", manifiesta. También le causó una peritonitis

Al ser preguntada por las terapias para tratar su enfermedad, Ana Ferrer sentencia que "la terapia que uso se llama dinero". 

"Cuando tenemos que operarnos, porque la endometriosis puede llegar a causar hasta neumotórax, tenemos que recurrir a la sanidad privada", se lamenta. "Conozco casos de mujeres que han tenido que pagar más de 20.000 euros en clínicas privadas para operarse". 

Sesgo de género

"Existe endometriosos cerebral o en el hígado", explica, "es algo muy serio para lo que no existe un protocolo de obligado cumplimiento".

En este sentido, la especialista alega que, para todas las dolencias de los hombres, existen "protocolos de obligado cumplimiento", mientras que la endometriosis "se basa en recomendaciones clínicas". "Existe un sesgo de género", manifiesta. 

"La ciencia echa a un lado el cuerpo de la mujer, tanto es así que conocemos los síntomas del infarto masculino, pero no el femenino, cuyas señales son completamente diferentes", reivindica. 

"Me rendí"

"Siempre he tenido problemas con los dolores durante el periodo". María José Muñoz explica que su malestar comienza con la fase de ovulación, pero que cuando menstrúa el dolor la "destruye". 

"A mí me diagnosticaron con 46 años, y había ido muchísimas veces antes al ginecólogo", explica esta sevillana de 50 años. En el momento del diagnóstico, le ofrecieron unas pastillas para retirarle el periodo o "analgésicos de por vida". 

"Llegué a tomarme las pastillas porque estaba desesperada, me rendí", manifiesta, pese a que en un principio se había negado a prescindir del periodo. Sin embargo, le causaron efectos secundarios como náuseas, mareos e inflamación excesiva, por lo que tuvo que dejarlas. 

La sevillana apela a que, desde muy joven, ya tomaba "Buscapina" para tratar de soportar el dolor ya que "no podía hacer una vida normal, siempre me ha incapacitado".

"Me decían que la regla dolía, que era algo normal, pero me paraliza la vida". A lo largo de todos sus años buscando una respuesta, María José tuvo que aceptar que tomar Ibuprofeno o Enantyum cada cuatro horas era la única forma de no "morir de dolor" durante la regla. 

"Puede ser mortal"

"La endometriosis altera mucho la vida diaria de las mujeres", reconoce el ginecólogo José Antonio Vargas, especialista en el centro QuirónSalud de Sevilla. 

Esta enfermedad, según el experto, consiste en la aparición de células del endometrio (la capa interna del útero que se desprende todos los meses con la menstruación) fuera del útero. Es decir, la presencia de tejido endometrial en lugares donde normalmente no debería estar.

"Como tejido endometrial que es, está sometido a las influencias hormonales de la mujer", desarrolla. "Se desprende durante la regla y se va acumulando esa sangre, que va provocando lo que se conocen como quistes de chocolate".

Así, este ginecólogo sevillano explica que dicho tejido se puede llegar a adherir a las tripas o entre los intestinos, así como en otros muchos órganos, como los pulmones, el corazón o incluso en la conjuntiva del ojo

"Si la endometriosis se adhiere a un órgano vital, puede llegar a ser mortal", reconoce. 

"Menos quirúrgico"

Respecto al tratamiento disponible, Vargas explica que "se están investigando moléculas que puedan tener actividad sobre ese tejido endometrial y que no son hormonales", pero que, en la actualidad, el tratamiento "más habitual son hormonas". 

Reconoce que son necesarias figuras complementarias como fisioterapeutas de suelo pélvico o psicólogos especializados. "Como una enfermedad crónica que es, todo lo que sea susceptible de poder rehabilitar y de poder tratar psicológicamente, sería necesario", ya que es una enfermedad que puede "llegar a ser completamente incapacitante"

El fin que los médicos y especialistas están buscando con el estudio de la endometriosis es que "el manejo de la enfermedad sea cada vez más médico y menos quirúrgico". Ante este comentario, el especialista del centro privado QuirónSalud afirma que ha intervenido a "muchísimas mujeres".