El Betis-Barcelona de la jornada 16 de LaLiga se jugará el 7 de diciembre a las 16:15. Como se esperaba, coincidirá con el fin de semana de la Magna de Sevilla, la procesión que cerrará el Congreso Internacional de Hermandades de Sevilla.
Sin embargo, el horario designado añade un nuevo inconveniente. Coincide con los traslados de ida de La Esperanza de Triana y El Cachorro, que salen de sus iglesias a las 15:00 y a las 16:00, respectivamente.
La confluencia de tales eventos complica todavía más el dispositivo que está obligado a diseñar el Ayuntamiento, ya de por sí complejo, tal como indicaban fuentes municipales desde la gestación de la procesión.
De hecho, la celebración de este partido era uno de los motivos que esgrimía el pasado mes de julio la Policía Local en su informe para desautorizar el recorrido previsto inicialmente por la procesión.
En principio, iba a transcurrir por el Paseo Colón, desde el Palacio de San Telmo hasta el Puente de Triana. Esto obligaba a cortar también el Puente de San Telmo. Un acuerdo semanas después fijó el paso por Almirante Lobo para evitar cerrar dos de las entradas principales en Triana.
Desvíos en Tussam
Habitualmente, más de 50.000 personas pueblan las gradas del Benito Villamarín en este tipo de partidos, entre ellos aficionados visitantes. El festivo, además, suele ser un gran aliciente para el viaje de los hinchas. En casos como los del Barcelona, con amplio seguimiento en toda España, los desplazamientos suelen ser más cercanos, procedentes de otras zonas de Andalucía o incluso de la propia provincia.
La movilidad de los hinchas puede estar comprometida tanto a la ida como a la vuelta. La salida de El Cachorro a las 16:00 obliga a cortar con antelación la Ronda de Triana, justo en el momento en el que muchos de los aficionados se desplazarán al encuentro de fútbol.
Es una de las arterias principales por las que circula la línea 6 de Tussam, que habitualmente transporta a un gran número de hinchas verdiblancos, ya que tiene parada frente al Benito Villamarín.
Por su parte, a la vuelta, el regreso de los aficionados a sus domicilios puede coincidir precisamente con el momento en el que El Cachorro salga del Puente de Triana para buscar el Arenal. Esto obligaría a desviar el flujo habitual de miles de vehículos por el corte del Paseo Colón, al que llegarían directamente desde La Palmera.
Lo mismo sucedería con la línea 3. Desde el Benito Villamarín circula en línea recta por el Paseo Colón hasta adentrarse en Marqués de Paradas por Reyes Católicos, zona que podría estar ocupada por El Cachorro en torno a las 18:00 de la tarde, cuando finalice el partido.
Cortejos reducidos, factor atenuante
En cualquier caso, un factor a tener en cuenta es que los cortejos en estos traslados serán mucho más reducidos que los de la Semana Santa. Por tanto, las calles estarán cortadas durante mucho menos tiempo, lo que puede facilitar el dispositivo de movilidad, aunque la afluencia de personas influirá en el mismo. Dos cofradías seguidas cruzarán el Puente de Triana.
De todos modos, el problema habría sido menor si el partido se hubiese fijado en los otros horarios habituales de LaLiga. A las 14:00, la vuelta de los aficionados habría coincidido con las salidas. A las 18:30, el desplazamiento hacia el Benito Villamarín también podría haber confluido con la salida de El Cachorro del Puente de Triana.
En principio, el de las 21:00 habría sido el horario menos conflictivo. A esa hora, El Cachorro ya estaría en La Catedral, mientras que la Esperanza de Triana estaría en la Santa Sede desde las 20:00, si no hay retrasos. El desplazamiento de los aficionados, que suele concentrarse por los alrededores del Casco Antiguo, no se vería tan influido. El traslado de la Macarena de ida no comienza hasta las 00:00.
Partido de alto riesgo
Otro asunto es la seguridad, ya que partidos como estos suelen ser declarados de alto riesgo. Dicha catalogación obliga a reforzar la presencia de agentes de seguridad en los aledaños del estadio.
Así, la dotación será mayor, con las fuerzas del orden divididas entre dos eventos de gran importancia y con un gasto mayor en horas extra para los policías locales por parte del Ayuntamiento, que, no obstante, ya contemplaba este factor.
De hecho, fuentes municipales indican que el dispositivo de seguridad se habría visto mucho más comprometido si el partido se hubiese fijado el propio 8 de diciembre. Desde el Ayuntamiento incluso pidieron a LaLiga que no se eligiera esa fecha. Ese día habrá procesiones desde las 16:00 hasta bien entrada la Madrugada. El Paseo Colón quedará cortado durante toda la tarde.
Sea como sea, ya se esperaba un fin de semana multitudinario en el que se espera la llegada de un millón de personas. Solo por ser puente nacional, se espera una afluencia masiva de turistas. En años anteriores, hasta 200.000 personas solían concentrarse en las calles, según los informes que manejaba la Policía Local.
La confluencia entre los traslados de El Cachorro y la Esperanza de Triana y el Betis-Barcelona puede ampliar un día más el colapso en Sevilla. La ciudad ya sufrió problemas de movilidad con el regreso de La Estrella el pasado 2 de noviembre, que ya movilizó a cientos de miles de sevillanos.
Refuerzo de la coordinación
En esta ocasión, el dispositivo encierra más complejidad, ya que aunque imprevisible, con tres imágenes de la provincia y las de mayor devoción de la capital en la calle, el movimiento de personas se prevé mucho mayor.
Al respecto, el alcalde, José Luis Sanz, garantizaba en el Foro ABC que "va a haber una organización perfecta de todos los servicios municipales" y que, por tanto, "no va a haber ningún problema".
No obstante, anticipaba un nuevo planteamiento después de dicha procesión. "Habrá que reforzar la coordinación entre Ayuntamiento, Arzobispado y Consejo para que las fechas se planifiquen con más tiempo", aseguraba, además de afirmar que "no es bueno convertir lo extraordinario en ordinario".