Veraneantes, en Isla Cristina.

Veraneantes, en Isla Cristina. EP Huelva

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Ni Mazagón ni Matalsacañas, este es el pueblo costero de Huelva más reconocido por su riqueza gastronómica

Gamba blanca o coquinas son algunos de sus productos estrellas, que conquistan a locales y visitantes.

5 julio, 2024 05:45

Uno de los factores clave a la hora de decidir dónde ir un fin de semana de verano o en una escapada a la playa es la gastronomía. Comer bien es parte de los viajes y los turistas y veraneantes lo saben. Por eso Huelva está entre los destinos favoritos de muchos, que eligen sus costas año tras año. 

En los pueblos de Huelva hay una calidad gastronómica indiscutible: tiene de los mejores jamones de España en su sierra. Y un pescado que envidian en toda España en sus costas. Chocos, corvinas, lubinas... Hay para elegir.

Sin embargo, hay un pueblo de costa donde los visitantes no solo encuentran unas playas de arena dorada poco conocidas sino también una gastronomía que destaca especialmente. Por lo que se sirve y por el entorno. 

El pueblo de la costa de Huelva que destaca por su gastronomía es Isla Cristina. Cerca con la frontera de Portugal, suma a sus platos los del país vecino. Dos por uno para quienes quieran veranear en la zona o hacer una escapada al pueblo onubense. 

La localidad, que además de tener una gastronomía única es de las más tranquilas del verano onubense, tiene una oferta enorme. Hasta chiringuitos recomendados con soles de la guía Repsol tiene esta localidad con playas infinitas. 

Chiringuito recomendado

El chiringuito en cuestión es 'El Portugué', donde se puede comer uno de los mejores arroces marineros de la costa de Huelva. Sirven además otro de los tesoros de la gastronomía onubense: la gamba blanca de Huelva. 

A eso se suman las influencias portuguesas. El nombre ya era una pista. Así, sirven un bacalao a la portuguesa y todo ello "con los pies a un palmo de la fina arena de la playa y la brisa del mar acariciándonos el rostro", señalan en la guía Repsol.

Puerto de Isla Cristina.

Puerto de Isla Cristina. EP Sevilla

Su producto es fresco, fresco. Su pescado y sus gambas vienen directos, cada día, de la lonja de Isla Cristina, la segunda más importante de España por volumen, solo por detrás de la de Vigo. 

Además, sirven carnes de ibéricos que seleccionan de entre los mejores de la Sierra de Huelva, cuna de las mejores carnes porcinas. Mar y montaña con una playa blanca a los pies. Isla Cristina es costa y es gastronomía. 

Gastrobares y gamba blanca

No solo chiringuitos tiene Isla Cristina. También tiene bares como el gastrobar Contramarea, uno de los imprescindibles para quienes quieren comer bien en Isla Cristina. Con vistas impresionantes, ofrece comida de calidad a precios más que razonables. 

También hay restaurantes como Abuelo Mañas. Con menos afluencia de turistas, es uno de los secretos que los locales prefieren guardar. Tiene el género fresquísimo y de calidad. Sirven lo que se pesca por la zona y hay que pedir sí o sí sus famosas albóndigas de choco. Lo ideal es reservar si no se quiere uno quedar sin mesa. 

Destaca también Casa Rufo dentro del capítulo de mejores bares y restaurantes en Isla Cristina. Este restaurante de playa no cierra en invierno, por lo que es también un espacio que frecuentan los locales. Destacan su gamba blanca de Huelva, aunque la carta es una serie de aciertos. Para pedir sin leer en detalle. 

Además, Isla Cristina esconde otro secreto: en la localidad está una de las heladerías premiadas por la Guía Repsol. Se trata de El Artesano, donde se sirven conos y tarrinas con estilo italiano. Van desde lo más sencillo a lo más elaborado. Y hasta tienen un guiño a Sevilla en uno de sus helados. 

Kilómetros de playas

Si toda esa oferta gastronómica no es bastante, Isla Cristina también ofrece playa. Mucha y siempre lista para el baño. La localidad, señalan desde el Ayuntamiento, "cuenta con doce kilómetros de fina y dorada arena, bañadas por el océano Atlántico y tres mil horas de sol al año".

Así, hay diez playas "totalmente equipadas y con exigentes sistemas de calidad que garantizan su buen estado y amplias dotaciones y servicios como aseos, duchas, papeleras, pasarelas de acceso, alquiler sombrillas y hamacas, actividades náuticas, quioscos y chiringuitos".

En esa oferta de playas está la Central, de arena fina y dorada, junto a las dunas de Isla Cristina. Abundan los camaleones, lo que da idea de lo idílico del entorno. Sin embargo, y pese a lo natural del espacio, cuenta con servicios como duchas o acceso para personas con movilidad reducida. 

Algo más lejos está la de Camino de Santana. Tiene metros y metros de dunas con matorrales. Una naturaleza que contrasta con el azul del mar. De acceso fácil, tiene aparcamiento. 

Playa salvaje

Si se quiere una playa un poco más salvaje, está la del parque Litoral, que con casi un kilómetro y medio de largo y 150 metros de ancho, tiene un acceso elevado para proteger la vegetación. 

Con poco más de 20.000 habitantes -cuando no es temporada alta-, Isla Cristina es playa y gastronomía. Pero también edificios históricos y monumentos. Así, cuenta con el teatro Horacio Noguera, la iglesia de los Dolores -de un estilo neomudéjar-, así como el museo del Carnaval o los bancos biblioteca. 

Un pueblo amable, bonito y acogedor donde comer la mejor gamba blanca y el mejor pescado. Playas infinitas de arena dorada. Cultura y monumentos. Por esas razones Isla Cristina es uno de los mejores destinos de la costa de Huelva para los amantes de la gastronomía.