En plena temporada estival, las playas de Cádiz se convierten en uno de los centros de la diana para los veraneantes. A pesar de la gran afluencia de visitantes, la costa gaditana sigue guardando algunos rincones que aún son poco conocidos o, al menos, no muy frecuentados.
El litoral de la Costa de la Luz despacha un amplio abanico de actividades con las que estirar al máximo las jornadas de playa. Desde actividades de buceo y snorkel hasta zonas de juego para los más pequeños.
Pero el encanto de la península se extiende más allá. El territorio inglés de Gibraltar también es uno de los mejores enclaves que los turistas pueden disfrutar. Aunque las colas para acceder a esta zona suelen ser largas, la entrada a él es sencilla.
El hogar de uno de los peñones más famosos constituye uno de los principales puntos de interés. Además de las playas de agua celeste y cristalina que tiene, este rincón conserva la esencia de su nacionalidad, algo que se ve reflejado en las calles y los bares de la ciudad.
Playa de Levante
Esta playa es la más extensa y larga de todo Gibraltar. El mar que la baña une la zona del Peñón con las costas españolas. La arena fina y dorada y el agua tranquila y limpia son algunas de las características que la convierten en el arenal favorito para los amantes del sol y la arena.
Gracias a la proximidad con el aeropuerto, el despegue y aterrizaje de los aviones se convierten en un fenómeno habitual, por lo que podrás disfrutar al mismo tiempo de un baño y de la salida y entrada de los aeroplanos.
Esta playa, al contrario que otras gibraltareñas, no se queda sin sol en ningún momento del día. La sombra del Peñón no la tapa. Además, está colmada de toda clase de servicios públicos como salvamento, restaurantes, zonas de juego para los más pequeños y entradas habilitadas para personas con discapacidad.
La Caleta
Situada también en el rincón inglés de España, en esta playa - tocaya de la mítica Caleta de Cádiz - se entrelazan las raíces catalanas y genovesas con las andaluzas e inglesas.
La traducción de su nombre es 'la playa de los catalanes'. Aunque hay varias teorías sobre el origen de este, una de las que más fuerzas tiene es que proviene de la llegada de 350 militares catalanes que ayudaron a los angloholandeses durante la Guerra de Sucesión, sin embargo esto no está claro.
Se trata de una playa con mucha historia, prueba de ello es que era una zona habitada por pescadores genoveses que dejaron instaurado su idioma hasta el siglo XX. Actualmente, a los que viven en este enclave costero se les conoce como 'caleteños'.
Además de la pureza y color de sus aguas, las casas de colores a los pies de la montaña crean una imagen que nada tiene que envidiarle la de la Costa Amalfitana. Durante el mes de septiembre, los habitantes procesionan a la Virgen de los Dolores hasta el mar para bendecirlo.
Playa de Getares
Este enclave abrazado por montañas es un lugar único en Cádiz desde el que podrás ser testigo de algunos de los mejores atardeceres de la provincia. Aunque en esta playa abunda la vegetación, se caracteriza por ser una de las que tiene más fácil acceso, ya que pertenece al núcleo urbano de Algeciras.
Zonas de sombra, ocio y aseos son algunos de los servicios públicos que ofrece este arenal. Todo esto hace que sea el lugar elegido para quienes quieren pasar las vacaciones de verano disfrutando de un buen ambiente en familia.
A pesar de ser una playa conocida por los paisanos y veraneantes, los 2,6 kilómetros de largo y los 40 metros de ancho que tiene permiten disfrutar de la tranquilidad e intimidad que tantas personas buscan.
Cala Arenas
La Cala Arenas la constituyen tres pequeños puntos: Cala Fuerte, Cala del Peral y Cala Secreta. Se trata de uno de los sitios más tranquilos y deshabitados de todo el litoral gaditano. La forma de acceder a ella es mediante un sendero de 15 minutos en el que abunda la vegetación pero que merece la pena recorrer. También pertenece al término municipal de Algeciras.
Esta es una cala virgen y que no cuenta con ningún tipo de servicios. Sin embargo, las vistas que ofrece y el agua que la baña - idónea para practicar buceo o snorkel - la convierten en uno de los mejores sitios para disfrutar de los meses estivales.
Está en pleno Parque Natural del Estrecho y desde ella se pueden divisar a la perfección África y la ruta de las aves migratorias.