La gastronomía de Andalucía es más que conocida. Las tapas, quintaesencia de su cocina y de su estilo de vida tiene platos como el rabo de toro, el pescado frito o el cazón. Pero hay mucho más dentro de las cocinas de la comunidad. 

En Sevilla, donde se pueden comer pavías de bacalao, solomillo al whisky o puchero, hay algunas recetas que son especialmente populares. Más aún cuando suben los termómetros. 

Desde que la primavera asoma hasta bien entrado el otoño, cuando sigue haciendo algo de calor, el plato que es popular en Sevilla y, además, es más que sano, se sirve con frecuencia. 

De hecho, este plato tiene dos variantes: una más sana que otra. Porque el plato típico andaluz muy popular en Sevilla que, además, es rico en proteínas y fácil de hacer no es otro que el gazpacho. 

Esta receta tiene, además, un hermano 'gemelo' con un poco más se 'sustancia': el salmorejo. Más propio de Córdoba, donde bordan la receta, el salmorejo es otro plato típico andaluz que debes pedir sí o sí si vas a un bar o restaurante en el sur. 

Se sirve fría

El gazpacho, la versión más ligera de esta 'sopa' de tomate fría es una de las recetas más sanas puesto que está hecha solo de verduras. El tomate es, obviamente, el ingrediente principal. De ahí su color rojo

Pero luego hay más elementos: hay quien le pone pepino, quien le añade ajo, quien prefiere no hacerlo para evitar que sea muy fuerte. En algunas recetas se le pone pimiento en cantidad y, en otras, es más discreto. 

La cuestión es que la receta varía de casa en casa. Cada persona tiene su truco. Por eso aquí está una receta estándar que cada uno puede adaptar a sus gustos: 

Receta fácil del gazpacho andaluz

1. Ingredientes

Miga de pan (50 gramos)

Tomate tipo pera (aunque vale cualquiera maduro, un kilogramo)

Vinagre de Jerez (Entre 35 y 50 mililitros)

Sal (media cucharada de café)

Ajo (Un diente)

Cebolla (una)

Pimiento verde (uno)

Pepino (uno)

Aceite de oliva virgen extra (unos 150 mililitros)

Agua fría.

1. Pasos

a. Preparación: 

Lavar bien las verduras y pelar el pepino y, si se quiere una textura más suave, también los tomates, aunque esto no es necesario. También la cebolla y el ajo, al que se le puede quitar el corazón, que es la parte que más repite. 

b. Cocinado: 

Con todo cortado en trozos -no hace falta que sean iguales o muy pequeños-, se pasa a la batidora. Valen también los robots de cocina. Se introducen todos los ingredientes y se activa: primero el pan, luego el tomate, después el resto de ingredientes. Cuanto más tiempo y con más fuerza de batan, más fino será el caldo. 

c. Cómo servir: 

Se mete en la nevera hasta justo antes de servirse. Se sirve, si se quiere, con huevo duro y taquitos de jamón. 

Esta receta ya es sana. Pero hay formas de hacerla aún más ligera. Por ejemplo, sustituyendo el pan por calabacín cocido. Conseguirás la misma textura, pero con menos calorías. 

Aceite de oliva

También se puede reducir la cantidad de aceite de oliva. Es una de las ventajas del gazpacho, que cada uno puede aplicar la receta que más le guste y siempre está rico. Y está entero hecho de verduras. 

Además del gazpacho, está el salmorejo. Es casi la misma receta, solo que varían ligeramente los ingredientes y tiene mucho más pan. Se trata de una crema más consistente -algunos dicen que la buena de verdad debe permitir que la cuchara se clave sin caer-. 

Es otra opción. Igual de sana puesto que está hecha de verduras, pero algo más calórico, puesto que tiene más aceite y más pan.