Sevilla

Si por algo es conocida Andalucía es por la infinidad de opciones culinarias que ofrece. Todas las provincias que componen la comunidad del sur de España recogen rincones famosos por los manjares que se despachan en ellos.

Cádiz, Almería, Granada... para muchos es muy difícil elegir cuál es el sitio dónde mejor se come. Sin embargo, en la subbética hay un lugar que destaca por su gastronomía

La historia musulmana ha dejado huella en toda la provincia cordobesa y este pueblo no es una excepción. La influencia árabe se ve tanto en la arquitectura como en la cocina. Además, los yacimientos monolíticos y calcolíticos son otros de los incentivos para visitar esta zona de Andalucía.

Se trata del pueblo de Priego de Córdoba. Este pequeño municipio de 20.000 habitantes y casas encaladas es famoso en la provincia por los tesoros gastronómicos que se cocinan en sus fogones.

La cantidad de manantiales que hay en él le dan el nombre de Ciudad del agua; las reliquias del Barroco lo califican como uno de los pueblos con más joyas de este periodo de arte andaluz y, ahora, su gastronomía le hace coronarse como una de las mejores opciones para comer en la provincia.

El salmorejo es sin lugar a dudas el plato más conocido de la gastronomía cordobesa y uno de los más afamados de toda la cocina española. Pero hay muchas otras recetas que también destacan en la provincia de la mezquita más famosa de España. 

Es el caso del remojón de naranja. Este plato -de origen musulmán- varía mucho dependiendo del sitio en el que se prepare, aunque lo que no cambia es el uso de una cama de naranja y la condimentación con uno de los tesoros andaluces: el aceite de oliva virgen extra, ahora llamado 'aove'. 

¿Dónde probar estas recetas?

También son muy característicos el revuelto de collejas, en el que los principales protagonistas son el huevo y la planta silvestre comestible que le da nombre a la receta, o el rabo de toro. Este último plato, uno de los más pedidos en los bares andaluces, nació en la provincia de Córdoba

Por último, para los amantes del dulce, la subbética guarda un as bajo la manga. Se trata del turrolate, un bocado de lo más dulce y típico de este pueblo cordobés. En él reinan los sabores de la canela, la almendra, el cacahuete, el chocolate y, por supuesto, el azúcar. 

Después de hacer un repaso por las recetas más destacadas de la gastronomía cordobesa, lo siguiente es dar el paso de ir a algún establecimiento a degustarlas.

La Jamoteca de Morales es uno de los templos de la cocina subbética de obligatoria visita. En él se despachan platos tradicionales, además de embutidos ibéricos. La Pianola Casa Pepe, el restaurante la Ribera o La Tarbenilla son algunos de los locales imprescindibles de un pueblo que tiene mucho por descubrir.