Sevilla

Las primeras lluvias ya han empezado a caer en Sevilla. Los termómetros también han comenzado su desescalada. Con el final del último coletazo de calor y la llegada del otoño y sus temperaturas, comienza a apetecer escaparse un fin de semana a un pueblo cercano que tenga un buen surtido de actividades para pasar las horas.

La Sierra Norte de Sevilla dispone de pueblos con encanto y senderos dignos de recorrer al menos una vez en la vida. Además, con el ambiente ya húmedo, comienzan a brotar las primeras setas y los fanáticos de su recolección se ponen manos a la obra.

Cada sendero natural es único. Algunos sobresalen por sus manantiales, otros por aguardar elementos históricos y otros por tener la huella de trabajos históricos. Este último rasgo es el que caracteriza el Cerro del Hierro.

Se trata de un parque natural con historia minera. Y es que en él, la presencia del hierro hizo que, hasta mediados del siglo XX, se llevaran a cabo excavaciones para conseguir el mineral. Fruto de estos trabajos se han formado paisajes de formas y colores únicos.

Las agujas, los corredores y los lapiaces son los protagonistas en este entorno. Y esto atrae año tras año a los amantes de la naturaleza, la escalada y la tranquilidad. Además de las labores mineras, la lluvia y la nieve han propiciado la creación de un espectacular paisaje de kárstico

El recorrido del Cerro del Hierro apenas es de dos kilómetros y adentra a quien lo recorre en una serie de galerías y túneles excavados en sus rocas que no dejan indiferente a nadie. 

Un pueblo para visitar

A menos de 10 kilómetros del sendero, se ubica el municipio sevillano de Constantina. Este forma parte de la extensa lista de pueblos encalados y ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico.

La gastronomía es uno de los puntos fuertes de Constantina. Destacan los nutritivos guisos en los que no falta la carne como la caldereta de cordero, las migas o el gazpacho serrano. Otro de los encantos de este pueblo es el castillo que lo corona. 

Se trata de una fortaleza de 90 metros de diámetro e historia árabe. Aunque algunos de los elementos que componían el castillo ya no están, aún se pueden ver dos de las siete torres que lo flanqueaban.

La alcazaba incluso fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985. Además, las vistas que se consiguen desde ella la posicionan en la lista de uno de los monumentos más visitados de la localidad sevillana.