El curioso (y desconocido) origen del barrio más famoso de Sevilla: Roma tiene mucho que ver
- El nombre de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad guarda mucha relación con este Imperio.
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Sevilla se caracteriza por ser una de las ciudades que más vestigios históricos recoge. Muchos de sus monumentos emblemáticos como la Giralda o la Torre del Oro son auténticos testigos de cómo el paso de las distintas civilizaciones ha dejado huella en la capital de Andalucía.
Cada año, miles de turistas, tanto nacionales como internacionales, aterrizan en la hispalense para conocer un poco más de la ciudad. En sus largas listas de sitios que sí o sí se tienen que visitar, indiscutiblemente, tiene un hueco el afamado barrio de Triana.
Esta zona de la capital se ha convertido en una seña de identidad que representa la cultura y esencia sevillana. Y no es para menos. Cada rincón del barrio rebosa sevillanía por los cuatro costados. Sin embargo, lo que muchos vecinos y visitantes no saben es que el origen de esta joya de la capital podría no ser sevillano; ni siquiera español.
Para conocer sus -posibles- raices debemos remontarnos a la época de la Antigua Roma. Y es que, cuenta la tradición, que el sobrino del emperador Trajano -famoso por hacer obras públicas en el Imperio y consagrarse como uno de los grandes militares por sus victorias- quiso rendirle homenaje a su tío poniéndole su nombre a un territorio de Sevilla.
Este territorio es ni más ni menos que el conocido barrio de Triana. Publio Aelio Adriano, sobrino del militar, renombró a la población que, en época romana, vivía en la mencionada zona sevillana. Para ello tomó como referencia el nombre completo del emperador romano, Marco Ulpius Traianus.
Origen romano
Así fue como, lo que ahora es el barrio más famoso de Sevilla, pasó a denominarse Traiano, que evolucionó hasta Traiana y, posteriormente, hasta el apodo actual, Triana. Sin embargo, aunque esta teoría puede ser cierta, son muchas las especulaciones que sobrevuelan los orígenes del nombre de estas calles.
Otra de las curiosidades que envuelve al barrio está relacionada con una de sus señas de identidad. El puente de Isabel II, más conocido como el de Triana.
A pesar de que esta edificación es conocida por todos y cada uno de los sevillanos, pocos saben que su aspecto nada tiene que ver con la ciudad de la Giralda. Y es que para saber el porqué de los aros que lo caracterizan, hay que viajar hasta la ciudad del amor, París.
Sevillano con raíces en París
Los ingenieros galos Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet quisieron hacerle un guiño al puente francés del Carrusel. En un primer momento, cuando este se construyó era una estructura de hierro y madera que tenía los mismos aros que el sevillano.
No obstante, en la actualidad su estética ha cambiado por completo. En el siglo XX, el puente del Carrusel se demolió por completo y se levantó el que se encuentra ahora. Una estructura hecha a base de cemento que mantiene tres arcos.
La pasarela sevillana estuvo a punto de sufrir un destino muy similar al del parisino. Concretamente, en la década de los 70, el paso del puente se cerró y se barajó demolerlo. Aunque al final se decidió reforzar la estructura y conservarla.