Sevilla es el paraíso de la tapa. Todas las recetas se adaptan a este formato típico que sus bares han convertido en arte. En los últimos años han incluido nuevas tendencias gastronómicas, pero hay clásicos que sobreviven al paso del tiempo.
Uno de ellos es el caballito de jamón. Lo conservan muy pocos establecimientos, pero fue muy popular entre los 60 y los 70. Casi todos los establecimientos servían un plato que en realidad no tiene ningún secreto.
Es una rebanada de pan frito con una loncha de jamón encima. Se suele servir como un pincho, con el típico palillo de dientes atravesándolo. Es la sencillez absoluta y su sabor nunca defrauda.
El problema es que es difícil encontrarlo hoy en día. Sobrevive en muy pocos bares, donde, por supuesto, se sirven mucho. Es el caso de Las Golondrinas, en Triana, un establecimiento que ofrece esta tapa desde su fundación en 1962.
Los caballitos de jamón siguen manteniendo la esencia de siempre en este bar, que tiene dos sedes, siempre muy concurridas.
La original está en la calle Antillanos Campos, una taberna tradicional donde comer en su barra de pie es lo más habitual. El local más moderno está a unos pasos, en Pagés del Corro, que tiene un salón más amplio y terraza exterior. En ambos casos, lo mejor es irse con tiempo.
El más clásico de Sevilla
La particularidad del caballito de jamón de Las Golondrinas es que el pan no está tan frito como en otros lugares. Solo está ligeramente tostado. El jamón también está pasado por la plancha. Para ello suelen utilizar lonchas grandes. El resultado es un bocado muy crujiente y sabroso.
Otros establecimientos como Becerrita también sirven esta típica tapa, aunque le añaden la innovación de presentarlo con un huevo de codorniz por encima. La taberna Zurbarán, abierta en 2023, también ha rescatado la preparación.
La versión de Las Golondrinas es, probablemente, la más clásica de toda Sevilla, pero sus dos establecimientos trianeros tienen mucho más que ofrecer.
Casi todo el mundo pide en ellos las puntas de solomillo. Tiernas y con el punto de sal idóneo. También las presentan como un pincho, sobre un pan y al lado de un montón de patatas fritas.
Los diminutos champiñones plancha con su consistente salsa verde por encima es otra de las tapas que nadie se quiere quedar sin probar en estos locales. El calabacín relleno, el chipirón plancha, el abánico plancha o las zanahorias aliñadas también están entre sus imprescindibles.
Sus tapas son pequeñas, lo que permite probar un poco de todo para sacar el máximo partido de la experiencia en Las Golondrinas, donde los más clásicos de Sevilla siempre empiezan con la tapa de caballito de jamón.