El solomillo al whisky, las patatas bravas, el cazón en adobo, la ensaladilla o las croquetas. Las opciones sevillanas para pasar un buen rato en la terraza de un bar o en el salón de una casa son casi infinitas. Sin embargo, hay alguna que ha pasado de ser uno de platos más demandados a casi no estar presente para los comensales.
Al ojear la carta de un bar hispalense a más de uno le llamará la atención la ausencia de uno de los platos más sabrosos, fáciles y completos en lo que a valor nutricional se refiere. Ahora, muchos establecimientos comienzan a apostar por otras alternativas y dejan de lado a los huevos a la flamenca.
En Sevilla ya son pocos los puntos gastronómicos que sirven este plato protagonizado por huevos, tomate, guisantes, jamón, pimientos y patatas. Una de las ofertas idóneas para los amantes de 'sopeo'. Porque ¿a quién no le gustar mojar el pan en la lleva líquida del huevo?
Cada cocinero hace esta receta a su antojo, los ingredientes varían dependiendo de los gustos. Incluso el reconocido chef, Carlos Maldonado hizo los huevos al vapor en lugar de freírlos, dándole un toque más saludable. Pero hay algo que no puede cambiar, y es el recipiente en el que se cocina. Este debe ser, sin excepciones, una cazuela de barro.
La fama de este plato sevillano es tanta que el pasado mes de mayo, en el municipio gaditano de El Puerto de Santa María, se creó una hamburguesa que tenía huevos a la flamenca como uno de sus ingredientes principales. Además, la mermelada de rebujito era el otro punto andaluz que se le había añadido a la comida americana por excelencia.
¿Dónde comer huevos a la flamenca?
En los bares del centro de la capital andaluza hay poca oferta de este plato. Pero la taberna Manolo Cateca es una de las excepciones que confirma la regla.
En este bar se respira la auténtica esencial sevillana: muebles de caoba, barra casi minúscula y paredes decoradas con todos los recortes de prensa que ha protagonizado.
Los vinos de Jerez -Oloroso, Palo Cortao y Amontillado- y la sanluqueña Manzanilla, le hacen la competencia a la cerveza de barril que se sirve en él. En su carta, además de los montaditos y la ensaladilla, reina el plato de huevos a la flamenca.
En busca de más opciones, si cruzamos el sevillanísimo Puente de Triana, en el 73 de la calle San Jacinto, está emparedado el bar Casa Oliva. En este también se puede degustar el plato típico de la cocina hispalense en cualquier época del año.