La dulcería es uno de los puntos fuertes de la gastronomía sevillana y andaluza. En toda la comunidad, las confiterías despachan a diario centenares de bocados cargados de azúcar, chocolate y glaseado.
Todas las provincias que componen Andalucía tienen un dulce destacado: El pan de Cádiz, las gachas cordobesas o las tradicionales tortas 'follás' de Huelva. Sin embargo, la hispalense tiene una de las recetas más reconocidas fuera de las fronteras andaluzas.
Se trata de los mostachones. Un dulce típico del municipio sevillano de Utrera que se ha hecho un hueco en la lista de las joyas gastronómicas más reconocidas del recetario pastelero.
Aunque se cree que fueron los árabes los creadores de esta receta, las monjas clarisas fueron las encargadas de afianzar este complemento del desayuno, el postre o la merienda en la localidad. Su nombre proviene del latín, concretamente del término 'mostaceum', que significa bizcocho redondeado.
Su apariencia es reconocible allá dónde estén. Un dulce que está en el limbo entre la galleta y el bizcocho. En concreto, se trata de una masa redondeada que descansa sobre papel de estraza. Esto último es un signo característico y un indispensable para poder considerar al ejemplar un auténtico mostachón.
La masa está hecha a base de harina, huevo, azúcar y canela. Pero, además, es fundamental añadirle un toque de miel que muchos maestros pasteleros omiten. Y es que este ingrediente hace la tarea de conservante natural.
El mostachón cofrade
Con la llegada del ferrocarril a Utrera en el siglo XIX, los vecinos de esta localidad encontraron una gran oportunidad laboral. Los utreranos aprovechaban las paradas que los trenes hacían para, ataviados con babis blancos, ofrecer sus dulces a los pasajeros. Fue así como el mostachón se consolidó como unos de los mayores emblemas del municipio.
El mostachón se ha hecho con una clientela fiel. Aunque la mayoría de ventas se producen en Andalucía, otros puntos de España también demandan esta receta pastelera. Es el caso de Madrid, Barcelona y las islas Baleares.
Aunque la receta tradicional es la más consumida, la vanguardia e innovación han llegado también hasta este dulce. Fruto de ello han nacido nuevas combinaciones como el mostachón cofrade -un emparedado de mostachones con nata montada y pestillo en su interior y yema de huevo coronándolo- o el de nata y chocolate.
Dónde comerlos
La pastelería Diego Vázquez es la más famosa de todas. Sus mostachones son todo un icono tanto en la localidad como fuera de ella. La empresa ya va por la sexta generación de pasteleros, algo que avala el reconocimiento que ha recibido dicha entidad.
Asimismo, el obrador también despacha biscotelas y mantecados. Sus productos se pueden conseguir tanto en las tiendas físicas de Utrera como en algunos supermercados y a través de su página web.
La relevancia de este dulce es tal, que la pastelería Diego Vázquez tiene un museo dedicado en su totalidad al mostachón. Con él pretenden que los clientes conozcan más sobre la historia del dulce sevillano y su importancia en la gastronomía de la provincia.
Además, otros de los templos del mostachón son la confitería Cordero, el horno Reyes, la pastelería Segovia y la confitería José Luis.