Que Sevilla no esté bañada por el mar no significa que en ella no se puedan degustar verdaderos manjares marinos. Aunque la gastronomía hispalense destaque por platos como el solomillo al whisky o la ensaladilla, en el recetario sevillano también hay opciones marineras rebosantes de sabor.
Pescado frito o bacalao con tomate son algunas de las recetas que se pueden encontrar en los bares de la capital. Sin embargo, hay una opción que, aunque no sea originaria de Sevilla, es una de las más demandas en la comandas de los restaurantes.
Se trata del pulpo a la gallega. Esta receta hace de estandarte de la provincia de Galicia, pero lleva ya años siendo una de las más populares en el resto del territorio. Incluso es uno de los platos típicos españoles más conocidos. En este sentido, el pulpo a la gallega va de la mano de otros incondicionales como la paella valenciana o la tortilla de patatas.
Son muchos los bares de Sevilla que despachan este tesoro gastronómico. Aunque hay algunos que tienen más fama que otros. Es el caso del restaurante Cambados, ubicado en el número 12 de la calle Uruguay, en el barrio de Heliópolis.
El equipo de este restaurante está compuesto por auténticos maestros del mar. De su cocina emanan auténticas joyas en las que el principal protagonista es el producto marino. Quienes visitan este rincón sevillano lo hacen a sabiendas que van a degustar la esencia de la costa gallega.
Los primeros de Andalucía
Javier Padín, hijo del fundador, es el que está al mando de dicho templo del mar. Este es uno de esos sitios en los que el menú delata de dónde es el dueño. Percebes, gambas, cañaíllas, ostras y todo tipo de mariscos. La especialidad aquí es Galicia.
El pulpo a la gallega es uno de los puntos fuertes de su carta. Y no es para menos teniendo en cuenta que fueron los dueños de este bar quienes sirvieron por primera vez este afamado plato en Andalucía.
En Cambados se fusiona la tradición con la vanguardia. El equipo no olvida cuáles son sus raíces y costumbres, de ahí a que sigan manteniendo las tapas tradicionales. Pero también reservan un hueco para la cocina más innovadora como el sashimi de atún de almadraba.
La carta de este restaurante no dista demasiado de cualquiera de los que se encuentran en las Rías Baixas. En lo que a pulpo se refiere, lo sirven de dos formas: a la brasa y a la gallega y para muchos es imposible decantarse por una.
Además de un amplio salón, el restaurante cuenta con una acogedora terraza. En realidad es el pórtico de la casa en la que se ubica, dentro de un barrio residencial en el que suele reinar la tranquilidad.
Muchos vienen a Cambados para comer pulpo en cualquiera de las variedades disponibles, pero hay mucho más. Además de todo tipo de pescados y mariscos, tienen carnes, chacinas y hasta arroces. Así conforman una muestra completa del corazón de Galicia.