El recetario sevillano es muy amplio. En él hay cabida para todo tipo de platos de sabores tradicionales y explosivos. Pero hay varias preparaciones que se encuentran en el pódium de las más pedidas en los bares y elaboradas en casa. Estas son la ensaladilla, el pescado frito y el solomillo al whisky.
Esta forma de elaborar el solomillo es una de las más queridas en la capital hispalense. En ella juegan un papel fundamental el alcohol y el limón. El primero le da ese toque dulce que caracteriza al plato y el segundo le aporta el punto ácido tan necesario. Se trata de un plato tradicional de la gastronomía sevillana, conocido por su sencillez y sabor.
La jugosidad de la carne y el color de la salsa entran por el ojo de cualquiera que pase por su lado. Además, el olor que desprende supone otro de los incentivos para decantarse por esta sevillanísima receta.
Aunque este es uno de los platos más famosos de la cocina sevillana, no muchos saben que la receta tradicional esconde un secreto. La realidad es que, a pesar de que se llame solomillo al whisky, para su elaboración se suele utilizar brandy o un vino fuerte.
Para hacer esta receta se necesita muy poco tiempo y escasos ingredientes. Tal vez por esta razón se ha convertido en uno de los platos más cocinados tanto en las casas como en los bares hispalenses. Los ingredientes que se necesitan son cuatro dientes de ajo, zumo de medio limón, aceite de oliva, sal y pimienta y, como no, solomillo de cerdo.
En cuanto a la preparación de este plato, hay una serie de pasos que se deben seguir para que la receta quede para chuparse los dedos. Los pasos a tener en cuenta son los siguientes:
Pasos a seguir:
1. Preparar la carne: Para que la carne quede jugosa y tierna, lo fundamental es limpiarla antes de hacerla. Para ello, se debe quitar la grasa más gruesa y cortar el solomillo en medallones de dos centímetros aproximadamente. Una vez que la carne está limpia y cortada, el siguiente paso es salpimentarla al gusto.
2. Cocinar los ajos: Una vez que estén pelados se deben de sofreír en una sartén con un chorrito de aceite caliente. Es fundamental que el aceite esté caliente y el fuego esté bajo para que los ajos se vayan cocinando tanto por dentro como por fuera.
3. Cocinar la carne: Con los ajos ya un poco hechos, llega el momento de añadir los medallones de solomillo. Primero se apartarán los ajos hacia un lado de la sartén y luego se sellará la carne, esto último con el fuego más alto. De esta forma, se irán integrando tanto el sabor de los ajos como el del solomillo.
4. Añadir el vino: Cuando la carne esté sellada, se añade el brandy. El fuego deberá estar alto hasta que la bebida comience a reducirse.
5. Agregar el zumo de limón: Una vez que esté todo integrado, es el momento de echar el zumo de limón y un poco de agua. Es fundamental remover todo para que los sabores se vayan integrando los unos con los otros. Por último, se dejará la sartén a fuego fuerte durante tres o cuatro minutos hasta que todo esté integrado.
En definitiva, el solomillo al whisky es uno de los platos preferidos de los sevillanos, a los que les gusta comer sano y cocinar platos fáciles. Su mezcla de sabores dulces, salados y ácidos, junto a la jugosidad de la carne, lo convierten en una receta irresistible.