La comida asiática se está haciendo un hueco en Sevilla. Cada vez brotan más restaurantes enfocados al sushi, los fideos chinos, el pollo tandoori o los dorayakis. Muchos de estos establecimientos destacan por servir recetas típicas de algunos países de Asia en los lugares más comerciales de la ciudad.
Sin embargo, hay algunos recovecos sevillanos que guardan los mejores secretos chinos y están algo más alejados del centro de la ciudad.
Un buen ejemplo de ello es el polígono de la Carretera Amarilla. En este enclave de la ciudad habitan algunos de los comercios asiáticos de la provincia más fieles a la tradición del país. Se trata de uno de esos sitios que hay que visitar si lo que se pretende es disfrutar de la auténtica -y tradicional- gastronomía china.
Con el fin de que los trabajadores de la zona se sientan como en casa, la comida que se despacha es verdaderamente fiel a las recetas originales.
Entre la gran amalgama de restaurantes orientales que se encuentra en la mencionada zona de la ciudad, destaca uno en particular. Y es que Yafei se ha convertido en el lugar idóneo para los amantes de la verdadera comida china.
La fachada ya anuncia qué tipo de restaurante es, pero esto se confirma cuando se cruzan las puertas. Una amplia sala con mesas de mantel blanco, combinadas con sillas y detalles rojos dan la bienvenida al cliente.
Platos de entre 6,50 y 8,50 euros
La comida aquí es completamente tradicional; tanto que los más atrevidos pueden probar recetas tan auténticas como exóticas. Las tripas fritas o la lengua de pato lo avalan.
Pero, en este pedacito de China en Sevilla, hay cabida para los que son un poco más cautelosos y, aún así, visitan Yafei con la idea de probar la auténtica comida china. Para ello, su cocina despacha recetas como el pato asado, la costilla de cerdo agridulce o el arroz frito con gamba.
Además, siguiendo la tradición de muchos sevillanos -que no perdonan una buena cerveza a la hora de la comida- este restaurante propone una alternativa a la convencional Cruzcampo. En esta ocasión, los platos que se sirven comparten protagonismo con Tsingtao, una de las cervezas orientales por excelencia.
Lejos de lo que se pueda imaginar, los platos de dicho establecimiento están al alcance que cualquier bolsillo. Sus precios rondan entre los 6,50 y los 8,50 euros, algo que permite a todo el que quiera darse el capricho de sentarse en un chino de verdad sin salir de la provincia.