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Las abuelas andaluzas tienen un repertorio exquisito de dulces caseros que preparan con mimo durante la Navidad, muchos de ellos siguiendo recetas que han pasado de generación en generación. 

Estos dulces caseros no solo deleitan el paladar, sino que también son una forma de preservar la tradición y transmitir el cariño de la cocina navideña. Y entre ellos se encuentran los mantecados, suaves y arenosos, se elaboran con manteca de cerdo, harina tostada y azúcar, a menudo aromatizados con canela, limón o ajonjolí.

¿Cuál es el ingrediente secreto de las abuelas a la hora de elaborar mantecados caseros? Te contamos cómo elaboran las abuelas en Andalucía los mantecados más exquisitos de todos.

La receta casera de los mantecados que preparan las abuelas andaluzas es una joya de la repostería navideña. Su textura arenosa y su sabor característico hacen que sean un imprescindible en las celebraciones de Navidad. 

Los ingredientes básicos para elaborar los mantecados caseros (20-25 aproximadamente) son los siguientes:

  • 500 gramos de harina de trigo
  • 250 gramos de manteca de cerdo ibérico
  • 150 gramos de azúcar glas
  • 1 cucharadita de canela molida
  • 50 gramos de ajonjolí (sésamo)
  • Ralladura de limón (opcional)
  • 1 pizca de sal

En cuanto a los pasos principales para la elaboración de los mantecados caseros, son los siguientes:

  1. Tostar la harina: Extiende la harina en una bandeja de horno y tuéstala a 160°C durante unos 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se queme. Esto le dará a los mantecados su característico sabor. Deja enfriar por completo antes de usarla.
  2. Prepara la masa: En un bol grande, mezcla la harina tostada con el azúcar glas tamizado, la canela y una pizca de sal.
  3. Incorpora la manteca de cerdo a temperatura ambiente y amasa con las manos hasta obtener una masa homogénea.
  4. Si quieres un toque especial, añade la ralladura de limón.
  5. Reposo de la masa: Envuelve la masa en papel film y déjala reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a que sea más manejable.
  6. Formar los mantecados: Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1,5 cm.
  7. Corta los mantecados con un cortador redondo o de la forma que prefieras.
  8. Colócalos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Añadir el ajonjolí: Espolvorea ajonjolí sobre cada mantecado y presiona ligeramente para que se adhiera.
  9. Hornear: Hornea los mantecados a 180°C (calor arriba y abajo) durante 12-15 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
  10. Déjalos enfriar por completo antes de manipularlos, ya que recién salidos del horno son muy frágiles.

El ingrediente secreto de las abuelas andaluzas para elaborar mantecados caseros es, sin duda, la manteca de cerdo ibérico de calidad. Este ingrediente es clave para lograr la textura arenosa y fundente que caracteriza a estos dulces tradicionales. Sin embargo, además de la manteca, hay otros "secretos" que las abuelas suelen compartir:

En primer lugar, tostar la harina con paciencia: tostar la harina previamente en el horno o en una sartén a fuego lento es fundamental para darle a los mantecados ese sabor único y evitar que tengan un gusto crudo. Las abuelas siempre insisten en hacerlo con calma, removiendo constantemente para que no se queme.

En segundo lugar, usar azúcar glas casero, en tanto que muchas abuelas optan por hacer su propio azúcar glas, tamizando azúcar normal. Esto no solo asegura que el azúcar sea más fresco, sino que también mejora la textura final del mantecado.

También la utilización de aromas naturales como la ralladura de limón o naranja, el ajonjolí (sésamo) y la canela son ingredientes imprescindibles que las abuelas ajustan según su toque personal. Algunas incluso añaden un poco de anís o vino dulce para darle un toque único.

De la misma forma, es importante dejar reposar la masa antes de formar los mantecados es un truco infalible. Este tiempo permite que los ingredientes se integren mejor y facilita el moldeado.

Asimismo, hay que conocer la cocción exacta de estos mantecados. Las abuelas saben que la clave está en hornearlos a baja temperatura y vigilarlos constantemente. Un mantecado bien hecho debe estar cocido, pero no excesivamente dorado.

Con estos secretos, las abuelas andaluzas consiguen que sus mantecados caseros tengan ese equilibrio perfecto entre tradición, sabor y textura que los hace tan especiales.