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- Comensales: 4
Cuando llega el frío, la cocina andaluza ofrece una amplia variedad de platos tradicionales que reconfortan el cuerpo y el alma. Estos platos destacan por su sabor, sencillez y uso de ingredientes locales, muchos de ellos diseñados para aprovechar productos de temporada.
Entre estos platos se encuentra la sopa de picadillo, elaborada con caldo de ave, jamón serrano, huevo duro y fideos finos, y que es una de las sopas más tradicionales, ideal para combatir el frío.
Sin embargo, también destacan otros platos como los garbanzos con espinacas (o con otras verduras), plato típico de Sevilla, que combina garbanzos tiernos con espinacas frescas y un sofrito de ajo, comino y pimentón. Además, se puede servir como plato único o acompañado de un huevo frito.
Los garbanzos con espinacas son un plato tradicional andaluz, especialmente popular en Sevilla, que combina la riqueza de las legumbres con la frescura de las espinacas. Este plato, sencillo y nutritivo, tiene raíces árabes debido a la influencia histórica de Al-Ándalus en la gastronomía de la región. Es típico disfrutarlo durante los meses más fríos, pero también tiene un papel destacado en la Cuaresma debido a su carácter humilde y vegetariano.
Ingredientes
400 g de garbanzos (pueden ser cocidos o secos, remojados previamente).
300 g de espinacas frescas (o congeladas).
3 dientes de ajo.
1 rebanada de pan (preferiblemente del día anterior).
1 cucharadita de pimentón dulce (opcionalmente, un toque de pimentón picante).
1/2 cucharadita de comino en polvo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal al gusto.
(Opcional) Vinagre de vino o un chorrito de zumo de limón.
Paso 1
Cocción de los garbanzos. Si usas garbanzos secos, remójalos durante 12 horas en agua con una pizca de sal. Luego, cuécelos en agua limpia durante 1-2 horas con una hoja de laurel hasta que estén tiernos. Si usas garbanzos en conserva, enjuágalos bien para eliminar el exceso de sal.
Paso 2
Cocción de las espinacas. Si son frescas, lávalas bien y escáldalas en agua hirviendo con sal durante 2-3 minutos. Escúrrelas y resérvalas. Si usas espinacas congeladas, descongélalas según las instrucciones del paquete.
Paso 3
Preparación del sofrito. En una sartén grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva y fríe el pan hasta que esté dorado. Retira el pan y resérvalo.
Paso 4
En el mismo aceite, sofríe los ajos picados hasta que estén dorados, pero sin quemarse.
Paso 5
Elaboración del majado. En un mortero, machaca el pan frito junto con el ajo dorado, el comino, una pizca de sal y, si te gusta, un chorrito de vinagre o zumo de limón. Esto aportará sabor y cuerpo al plato.
Paso 6
Montaje del plato. En la sartén con el aceite sobrante, añade el pimentón dulce y remueve rápidamente para evitar que se queme.
Paso 7
Incorpora las espinacas escurridas y los garbanzos cocidos. Remueve bien para que se mezclen los sabores.
Paso 8
Añade el majado y un poco de agua o caldo de los garbanzos si la mezcla está muy seca. Cocina a fuego medio durante 10-15 minutos para que los sabores se integren.
Paso 9
Ajusta el punto de sal y sirve caliente, acompañado de pan rústico para mojar.
Algunas variantes del plato incluyen tomate. En este sentido, puedes añadir un poco de tomate rallado al sofrito para un toque más jugoso. También huevo. En algunas versiones se sirve con un huevo escalfado o cocido encima. Y finalmente, con bacalao: se le puede añadir bacalao desalado desmigado, especialmente en la Cuaresma.
En cuanto a los beneficios nutricionales, cabe destacar que los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra y minerales como hierro y magnesio. Además, las espinacas aportan vitaminas A, C y K, además de hierro y antioxidantes. Asimismo, el uso de especias como el comino ayuda a la digestión y potencia los sabores del plato.