Imagen de los montaditos del bar.

Imagen de los montaditos del bar. E.E.

Gastronomía

El montadito con fruta que triunfa en este bar de sevilla: ideal como aperitivo en las comidas de Navidad

Sevilla
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Si por algo se caracteriza la oferta gastronómica de Sevilla es por la cantidad de opciones que despacha. Las cartas y pizarras de los bares de la ciudad están repletas de recetas para todos los paladares y listas para comer en cualquier época del año.

Sin duda, los montaditos están entre los más pedidos. Y es que ¿a quién le viene mal un emparedado para comer o cenar? Este se ha convertido en el rey de la mesa cuando se habla de tapas típicas sevillanas.

Si se debe elegir un ganador, pronto asoman opciones muy demandadas como el de pringá, el famosísimo piripi o el de queso y palometa. Pero, desde hace un tiempo, cada vez es más habitual ver combinaciones mucho más curiosas y de un sabor inconfundible.

El Arenal se ha consolidado como una de las mejores zonas de la capital para disfrutar de la gastronomía sevillana. Los bares que habitan en el laberinto de calles despachan verdaderas joyas culinarias dignas de probar, al menos, una vez en la vida.

La Flor del Toranzo es uno de esos templos a los que hay que ir si lo que se pretende es echar un buen rato degustando auténticos manjares. En su carta se encuentran recetas tradicionales, de las de toda la vida. Pero en ella también hay hueco para fusiones inimaginables.

Montaditos singulares

Es el caso del emparedado de lomo con manzana y mayonesa. Y es que las recetas cada vez acostumbran más a mezclar dulce con salado. Ejemplo de ello es la cantidad de menús que fusionan quesos, pescados y carnes con frutas y salsas dulces.

Es una combinación muy fácil de preparar y que resultará idónea como aperitivo en todas las comidas de Navidad. Al probarlo parece que estos tres ingredientes llevan toda la vida combinándose en recetas.

En dicha taberna sevillana -con solera y barra de metal- es habitual avistar en las mesas una cortada lo suficientemente fría con la compañía de un montadito de lo más singular. Además, cabe destacar que en este establecimiento los pequeños bocados se sirven sobre papel y no en un plato.

Esta vez, la manzana aporta un toque dulce al tradicional emparedado de mayonesa y lomo. Algo que ha hecho que se corone como una de las fusiones más destacadas de la carta del bar.

También guisos reconfortantes

No obstante, la imaginación a la hora de elaborar el bocadillo sevillano por excelencia no se queda ahí. Y es que el montadito de leche condensada y anchoas no deja de sorprender a los comensales. Al igual que el que está protagonizado por la caballa, el chorizo picante y la salsa rosa.

Aparte de la amplia amalgama de montaditos, La Flor del Toranzo también destaca por dispensar algunas de las mejores tapas de Sevilla. Todas ellas rebosantes de sabor y calidad. Ejemplo de ello es la de lomo o atún en manteca y los rollitos de anchoas o bonito. 

Las cazuelas suponen otro de los puntos fuertes de este templo de la comida sevillana. Con las frescas temperaturas que protagonizan el clima de la ciudad ahora, a nadie le sienta mal una tapa de alguno de los guisos más recortantes del recetario andaluz. Sobresalen las verdinas con almejas, con langostino, la fabada asturiana o las fabes con pitu de calella.