El bacalao con tomate es un plato típico de Sevilla y de otras zonas del sur de España, caracterizado por su sencillez y sabor mediterráneo. Este plato se elabora a base de bacalao, un pescado muy utilizado en la cocina española, especialmente en recetas de Cuaresma y Semana Santa, cuando se evitan las carnes rojas. En este caso, el bacalao se combina con una salsa de tomate casera, lo que le aporta un sabor fresco y ligeramente dulce.
El bacalao con tomate es un plato típico de Sevilla que destaca por su sencillez y sabor intenso. Y los ingredientes que necesitas para hacer esta receta son los siguientes:
- 500 g de bacalao desalado
- 1 kg de tomates maduros (o 800 g de tomate triturado en conserva)
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- Aceite de oliva virgen extra
- Harina (opcional, para rebozar el bacalao)
- Sal, pimienta, y azúcar (al gusto)
En cuanto a los pasos para elaborar este plato, son bastante sencillos, y son los siguientes:
- Preparar el bacalao: Si no está desalado, remójalo durante al menos 24-48 horas, cambiando el agua cada 8 horas. Luego, sécalo y, si prefieres, pásalo ligeramente por harina para sellarlo antes de cocinar.
- Freír el bacalao: En una sartén con un poco de aceite, fríe el bacalao hasta que esté dorado por fuera (unos 2 minutos por lado) y retíralo.
- Sofrito de tomate: En la misma sartén, sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento verde picados finamente hasta que estén tiernos. Añade los tomates triturados y cocina a fuego lento, sazonando con sal, pimienta y un poco de azúcar para reducir la acidez del tomate, hasta que se forme una salsa espesa.
- Combinar: Agrega el bacalao a la salsa y cocina a fuego lento por unos 10-15 minutos, permitiendo que se impregne del sabor.
- Servir: Acompaña con pan o, si prefieres, una guarnición de patatas.
Además, el bacalao con tomate es un plato con beneficios nutricionales variados debido a los ingredientes principales: el bacalao y el tomate. En primer lugar, porque el bacalao es una fuente excelente de proteínas magras, necesarias para el desarrollo y reparación de los tejidos.
Asímismo, aunque el bacalao es un pescado blanco bajo en grasa, contiene ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el corazón, que ayudan a reducir el colesterol y la inflamación.
En cuanto a los tomates, son ricos en licopeno, un potente antioxidante que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas y tiene efectos protectores en la piel y la vista.
También aportan fibra, que favorece la digestión, y son una fuente importante de vitaminas A, C y K. La vitamina C fortalece el sistema inmunológico y actúa como antioxidante, mientras que la vitamina A apoya la salud ocular.
En definitiva, se trata de un plato relativamente bajo en calorías y grasas saturadas, siendo ideal para una dieta equilibrada, aunque su aporte calórico puede variar según la cantidad de aceite y si se acompaña con guarniciones como pan o patatas.
En conjunto, el bacalao con tomate combina proteínas de alta calidad, antioxidantes y grasas saludables, lo que lo convierte en una opción nutritiva y completa para una comida saludable.