![El bar de Sevilla.](https://s1.elespanol.com/2025/01/22/sevilla/vivir/gastronomia/918418340_252512399_1024x576.png)
El bar de Sevilla. Sevilla
La taberna más cofrade de Sevilla que no solo arrasa en Semana Santa: decoración única y manjares en cada plato
Cada detalle está cuidado con mimo en este rincón que bautiza a sus montaditos con nombres como penitente, cruz de guía o izquierdo.
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La Semana Santa es un pilar fundamental en Sevilla. Tal vez por este motivo hay cientos de referencias a ella esparcidas por sus calles. Imágenes de cristos y vírgenes que decoran las fachadas de los edificios, banderines que anuncian la llegada de un evento cofrade. En definitiva, el incienso, los palios y los crucificados están presentes en la hispalense durante todo el año.
Pero no solo la esencia capillita se extiende como motivo ornamental. Sino que esta se traslada a otra de las insignias sevillanas. Los bares y restaurantes. Por este motivo, no son pocos los espacios gastronómicos que forran sus paredes con imágenes de las hermandades sevillanas.
Por ejemplo, en el centro de la ciudad, se halla Casa Moreno. Una pequeña taberna que, a primera vista, se asemeja a una simple tienda de conservas y chacinas pero que esconde un secreto de lo más pintoresco en su interior.
Y es que es uno de los lugares más frecuentados por aquellos que quieren disfrutar de una buena tostada o montadito. Los cristos y las vírgenes son los encargados de darle un toque especial a las paredes de este establecimiento. Pero hay otro sitio muy cercano a él que le gana en lo que a esencia cofrade respecta: Matacandela.
Quién se acerca a este establecimiento ubicado en el número 16 de la calle Gamazo no tarda en darse cuenta de que los izquierdos y los cambios están a la orden del día.
Comida con encanto
Cada detalle de este enclave sevillano transporta a los tiempos de la Cuaresma y la Semana Santa. Desde las mesas -que representan las estructuras de los pasos- hasta los techos, con túnicas de penitentes colgadas.
Pero el olor a incieso permanente no es lo único que agrada a los visitantes. También los sabores que se despachan en esta taberna -la más cofrade de Sevilla- quitan el sentido a más de uno.
La comida en este templo capillita es tradicional, típica hispalense. Desde montaditos hasta carrillada pasando por croquetas. Es decir, un completo arsenal de manjares para aquellos que quieren pasar un rato de lo más sevillano.
Las peculiaridades que caracterizan a este rincón del Casco Antiguo de la ciudad hacen que cada día que está abierto también esté de bote en bote. Por lo que hay que ser previsor y llegar con tiempo si se pretende conseguir un hueco en Matacandela.
El equipo de este enclave cofrade le pone mimo a todo lo que hace. Incluso a los nombres de los bocados que se despachan en él. Y es que sus montaditos incondicionales están bautizados con nombres que recuerdan bastante a la época de los cirios y capirotes.
Montaditos muy originales
El izquierdo, el picaíto, el penitente o la cruz de guía son algunos de los que reinan en su carta. Y, como no, si algo caracteriza a la Semana Santa es el dulce que alegra los días de los más capillitas -y los que son un poco menos-.
La torrija adquiere mucho protagonismo en este bar sevillano. La preparan con helado de limón y sopa de chocolate blanco. Se ha consagrado como la favorita para aquellos que desean terminar la comida con un toque dulce.
Matacandela, sin lugar a dudas, se erige como uno de los lugares con más encanto y de los más pintorescos de Sevilla. La esencia cofrade y el amor por la Semana Santa se fusionan con la comida tradicional y los exquisitos sabores que esta conserva.