Sevilla
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Las cuadrillas de costaleros ya han comenzado sus primeros ensayos, las bandas de música afinan los instrumentos que acompañarán a las hermadades y, en algunas calles de Sevilla, ya huele a incieso. Todo apunta a que la Semana Santa 2025 está a la vuelta de la esquina. 

Los sevillanos preparan ya sus mejores galas para disfrutar de una de las semanas más especiales en la capital hispalense. Durante siete días, las calles de la ciudad se llenarán de nazarenos, de cristos y de vírgenes que caminarán bajo la atenta mirada de miles de personas. 

En Semana Santa no hay hora de recogida. Los vecinos de Sevilla saben cuando salen de sus casas pero no cuando volverán a ellas. Por esta razón, es importante ir recargando fuerzas durante cada una de las jornadas de caminata.

Para ello, no hay mejor forma de hacerlo que disfrutando de algunos de los sabores típicos de la gastronomía andaluza. 

Los montaditos, las tapas de ensaladilla, de carrillada o de solomillo al whisky son habituales en los bares y casas de la ciudad. Pero, como a nadie le amarga un dulce, el recetario sevillano deja un hueco para ellos.

Una receta con muchos años

Si hay un dulce de la Semana Santa por excelencia, ese es -con permiso de las torrijas- el pestiño. Esta masa frita y bañada en miel ha pasado de generación en generación y enamora a todo el que lo prueba. 

En Sevilla hay multitud de pastelerías en las que se puede degustar este dulce típico de la época del incieso. Sin embargo, hay quien prefiere ponerse manos a la obra y hacerlos en casa pero sin renunciar a que el resultado quede de categoría

Para conseguir el pestiño perfecto es muy importante tener en cuenta un truco infalible en el que tanto las abuelas andaluzas como los chefs con más renombre coinciden. 

El truco infalible

Se trata de aromatizar el aceite. Aunque pueda sonar extraño, es muy importante no saltarse este paso. El cocinero malagueño Dani García es uno de los defensores de que este truco.

Lo único que hay que hacer es añadirle cáscara de limón y alguna ramita de canela al aceite. De esta forma se consigue la textura crujiente que caracteriza al dulce andaluz. 

La lista de ingredientes necesarios para unas 30 unidades:

  • 500 gramos de harina de trigo.
  • 125 mililitros de vino blanco y aceite de oliva virgen extra.
  • Una cáscara de limón o naranja.
  • Una cucharada de anís en grano.
  • Una pizca de sal.
  • Aceite para freír.
  • 200 gramos de miel.
  • 50 mililitros de agua.

En cuanto a su elaboración, a pesar de que puede parecer algo complicada, es una receta muy fácil de hacer y perfecta para quienes quieren pasar tiempo en familia.

  • Primer paso: aromatiza el aceite añadiéndole la cárcara de limón o naranja y las ramitas de canela mientras se calienta. Cuando empiece a oler, retíralo del fuego.
  • Segundo paso: en un recipiente grande, mezcla la harina, la sal y, si quieres un toque diferente, un poco de canela. También cuela y añade el aceite previamente aromatizado y el vino blanco. Amásalo hasta que todo esté bien integrado y deja reposar durante media hora. 
  • Tercer paso: estira la pasa y cortala en pequeños rombos.
  • Cuarto paso: fríe los pestiños hasta que se doren y escúrrelos en papel para que expulsen todo el aceite sobrante. 
  • Quinto paso: mezcla miel con agua y caliéntalas. Luego, baña los pestiños en la mezcla.

Con este truco de las abuelas andaluzas y el chef Dani García los pestiños quedarán con la textura crujiente perfecta. Por lo que ya no hay excusa para disfrutar de esta receta tan típica en Sevilla durante la época de Semana Santa.