La paella de los 3.000 chinos entre selfis y vivas a su empresa
En la jungla. Asistimos al gran evento en la Casa de Campo de Madrid con los empleados de la empresa china Tiens.
6 mayo, 2016 20:44Noticias relacionadas
El cielo encapotado y lluvioso de Madrid se abría paso a una tensa calma en la tarde de este viernes cuando los más de 2.500 empleados de Tiens llegaban a la Casa de Campo. Lo hacían tras haber visitado la plaza de toros de Moralzarzal y el Palacio Real. Tauromaquia y realeza para agasajar a miles de personas llegadas de diferentes países a lo largo y ancho del globo.
Los empleados de Tiens se bajaban ansiosos de las decenas de autobuses porque sabían que esta tarde podrían disfrutar de los mejores tópicos españoles: además de los toros, la paella y el flamenco aguardaban para amenizar la fiesta de este viaje de incentivos de la empresa china.
Pero antes de ponerse el delantal y echar el arroz al caldo, los trabajadores premiados con este viaje a nuestro país han desplegado una enorme bandera de 500 kg para aclamar los términos PAZ Y PROGRESO, lemas del encuentro de esta empresa.
Aunque la mayoría de los trabajadores son chinos, Tiens tiene desplegado un arsenal de empleados por diferentes países. Entre los asistentes también había rusos, africanos, indonesios, malasios, ecuatorianos y peruanos, entre muchos otros.
Cuatro historias personales
Uno de estos ciudadanos indonesios me cuenta cómo trabaja. Él pertenece a la sección de distribución en su país y capta a otros distribuidores a través de las redes sociales. "Agrego a amigos a Facebook y les cuento cómo funciona Tiens a través de un vídeo explicativo. Si se quieren unir, les meto en un grupo de Whatsapp y allí es donde hablamos, nunca nos vemos en persona”, cuenta AB Wijaya.
También hay trabajadores procedentes de África, como el hombre enjoyado hasta la extenuidad que me dice que se encarga de buscar oro para luego hacer ese tipo de joyas, algo a lo que no encuentro mucho sentido dado el cometido de esta empresa: biotecnología y suplementos alimenticios. Aunque, como cuenta Jesús Martínez en esta historia, Tiens es un conglomerado muy amplio.
Otro de los visitantes a nuestro país es Jorge, de Trujillo, en Perú, que cuenta lo feliz que está por trabajar en Tiens y las ayudas que la empresa ofrece a cada trabajador. “Soy un distribuidor independiente de esta empresa que elabora en el mundo este tipo de productos tan excelentes para la salud. Nuestro trabajo nos lleva a recibir regalos, viajes, autos…”, cuenta feliz sin pestañear, como si fuera un discurso aprendido de memoria.
Pero especialmente llamativa es la historia de Celmira, una doctora también peruana que ofrece sus servicios en su país natal a la empresa que le ha traído hasta aquí. "Llevo once años. Entré por accidente y gracias a Tiens me curé de todas las fracturas que tenía en mi pierna". Celmira tampoco tiene una palabra negativa de sus jefes, al contrario, intenta convencerme de las bondades de los productos que ella ayuda a vender. “He ido 11 años seguidos a China para aprender de su medicina y espero que la empresa empiece este año a ejecutar algunos productos míos”.
Celmira explica que su forma de obtener dinero en Tiens se debe a tres maneras: “Por compartir el producto, cada vez que compro un producto me devuelven un porcentaje. La otra, gano con el rango que tengo. Y la tercera simplemente por ser médico. Actualmente hay más de 15 rangos y yo estoy en el 13”, cuenta mientras muestra orgullosa su carné de doctora.
Que no falten los selfis
Mientras me pierdo entre el gentío y las miles de mesas situadas en la explanada de la Puerta del Ángel de la Casa de Campo los ciudadanos chinos no dejan de pedirme selfies. Ni a mi ni a los compañeros de otros medios, occidentales todos. Una y otra vez, sin parar. Hasta me piden que les agregue a Facebook como amigos para que me puedan etiquetar.
Toda esta vorágine por hacerse una foto con los periodistas acaba en cuanto llega la paella. Carlos Gómez Senent, el cocinero valenciano encargado de hacer la paella, cuenta que llevaban desde las 10.30 de la mañana preparando todos los alimentos. “Han hecho 10 paellas para 3.000 raciones. Hay tres paelleras de 700 raciones y el resto son paelleras de 300, más o menos”. Él y su equipo de 20 cocineros han venido desde Valencia para cumplir con el encargo de la ciudad de Madrid para que todos estos entusiastas trabajadores se lleven el mejor de los recuerdos de la capital. Y miles y miles de fotos en sus teléfonos móviles.
Podéis ver la cobertura completa del evento en nuestra cuenta de Snapchat (si corréis) o en este vídeo.