Alberto Garzón se venga de 'El Mundo' por publicar su foto de fiesta con Pablo Iglesias

La representación de camaradería y cordialidad entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón que tuvo lugar el lunes por la tarde en la Puerta del Sol de Madrid para anunciar que Podemos e Izquierda Unida irán de la mano al 26-J no fue un mero acto electoral. Después de la proclamación al unísono de los eslógans, los líderes de ambos partidos sellaron asperezas en un bar del centro de Madrid, donde fueron sorprendidos por una cámara del diario El Mundo que hoy lleva la instantánea en su portada.

En la imagen tomada por Javier Barbancho se puede ver a Garzón e Iglesias con sendas cervezas en la mano y aspecto relajado, aunque sin hablar entre ellos. 'El pacto de los botellines', titula el diario. "El acuerdo entre Izquierda Unida y Podemos fue anunciado de forma inédita por Iglesias y Garzón" - es el texto que acompaña. "Primero, con un vídeo en el que ambos se fundían en un abrazo. Y después en una sala de Lavapiés, botellín en mano, como si de viejos amigos se tratara".

La alusión a los botellines de cerveza ha podido sonarle derisoria al líder de Izquierda Unida, que ha contestado desde su cuenta afirmando con sarcasmo que brindaban por el éxito de la huelga en el periódico. El grupo Unidad Editorial está inmerso en un duro expediente de regulación de empleo que ha llevado a sus trabajadores a convocar para hoy su segundo día de huelga.

La idea del 'pacto de los botellines' no ha disgustado a todos en la coalición, sin embargo. Hugo Martínez Abarca, diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, tira de simbolismo para reivindicarlo.

Y sobre si la fiesta entre Izquierda Unida y Podemos cundió, dan fe las fotografías subidas por Facu Díaz, el humorista de La Tuerka que a primera hora de la mañana comunicaba que andaban de "cenayuno de la victoria".

La gran fiesta convergente en la Red

El anuncio de la alianza tuvo un enorme impacto en las redes sociales en la tarde-noche del lunes, y se contagió de la misma jovialidad de sus promotores. Incluso sus detractores entraron en el juego: el PP de Madrid entró en una guerra de gifs de gatitos con IU, una de las señas de identidad de la política de comunicación de la formación de izquierdas.

Uno de los temas de discusión fue cuál sería el nombre de la candidatura común, abriendo toda clase de especulaciones.

Y hubo tiempo para acordarse de los damnificados en la sombra.