"Porque es hora de desenmascarar y denunciar a los inmorales antisemitas y premiar a los hijos de la luz". Bajo esta premisa se ha creado una polémica web llamada Proyecto Centinela, que pretende tomarse la justicia por su mano y señalar, perseguir y castigar con la exposición pública a cualquier persona que ose meterse con Israel. "No todos los países poseen un marco legal para procesar a estas personas, este proyecto pretende ubicar y desenmascarar a sujetos con ideas antisemitas a fin de procesarlos social y legalmente", explican en la página.
Para ello, han creado un site que pretende llevar a cabo lo que ellos llaman como "prevención proactiva del odio sin razón". En el mismo, cual centinelas, animan a denunciar de forma anónima -"puedes crear un email sólo para este site si así lo deseas"- a cualquier "indeseable" que contravenga sus ideales.
El proceso resulta tan sencillo que asusta. Una vez registrado, se coloca el nombre y los apellidos de la persona que se desea denunciar. Acto seguido, se rellenan toda una serie de campos en los que se exponen datos como la dirección de trabajo, el email, o la foto personal y se añaden capturas de pantallas de publicaciones "con declaraciones que consideras antisemitas o donde revela su odio hacia Israel, los judíos o el movimiento sionista". Da igual de dónde vengan. Así lo explica el vídeo que han creado para promocionar la causa en Facebook.
Pero la cosa no queda aquí. Tras exponer los hechos, "un comité de tres personas" -no especifican con qué tipo de cualidades- decide si el 'acusado' es catalogado como antisemita de grado 1, 2, 3, 4 o 5. En las tres primeras categorías entrarían aquellos sujetos que "juzgan a Israel, a los judíos o al movimiento sionista, lo suele hacer de forma "maniqueísta" o expresan sus argumentos "en forma de insulto, ya sea calificando a Israel como estado nazi, estado apartheid, estado paria, etc". Las dos últimas se dirigirían a los que "recitan de forma obsesiva libelos de sangre antiguos en contra de los judíos y suele hacer paralelismos con el estado de Israel" o de los que pueden "encontrarse con facilidad por lo menos 10 vídeos o textos suyos claramente judeófobos".
Los usuarios de la página son los que votan y deciden si uno es un antisemita de grado 1 o 5. Los administradores, por su parte, pretenden llevar a juicio a los "indeseables" que superen el grado tres. Para los que no lo alcancen les reservan el escarnio público. "En dónde no haya marco legal, queremos que los hombres de bien conozcan con nombre y apellido las lacras que cohabitan en sus sociedades", resumen en el vídeo explicativo.
En la web -y próxima app- existen dos secciones bien diferenciadas: la pared de la vergüenza y los hijos de la luz. En la primera hay ya 15 'acusados' de antisemitas. En la segunda, curiosamente han colocado a la periodista Pilar Rahola, a la que califican como "gran amiga del pueblo de Israel".
Los afectados
Héctor Grad, profesor de Antropología en la Universidad Autónoma de Madrid, es uno de los dos españoles a los que el Proyecto Centinela señala como enemigos del pueblo de Israel. En su caso, lo acusan por su participación en el programa Fort Apache, en conferencias "contra el apartheid israelí" o por su apoyo a la libertad de expresión tras la publicación de una polémica viñeta en El Jueves, denunciada por la comunidad judía, en la que un soldado israelí aparecía orinando sobre un palestino.
"El contenido de esta web es absolutamente difamatorio", comenta por teléfono a EL ESPAÑOL, "porque siendo judío es difícil que sea antisemita". Grad, que estuvo viviendo varios años en el país, está implicado en el movimiento pacifista que pretende una solución justa al conflicto de Palestina e Israel. "De ninguna manera puedo estar en contra de los judíos. Lo que sí promuevo es la crítica al Gobierno de Israel. Y en eso no estoy solo, somos muchos los judíos los que consideramos que el sionismo no representa al conjunto del judaísmo", asegura.
El contenido de esta web es absolutamente difamatorio, porque siendo judío es difícil que sea antisemita
Grad, que se ha puesto en contacto con algunos de los señalados por el Proyecto Centinela, asegura que está pensando en tomar acciones legales y denunciar por difamación a los creadores de esta web en la que aparecen su nombre y datos personales y se le acusa "gravemente".
Cythya Duque es la otra española señalada. La joven, estudiante de Derecho y ADE en la Universidad de Castilla-La Mancha, escribe sobre política internacional y conflictos bélicos en algunos medios especializados y ha sido acusada por diversos tuits contra Israel. "Es subdelegada de su curso, dice que quiere llegar a ser fiscal o juez, y se relaciona con conocidos perfiles antisemitas de Twitter (...) Hay muchos, pero creo que con estos alcanza para evaluarla, según mi criterio, en el nivel 3", escriben sobre ella. "Cuando lo vi, me reí bastante, aunque reconozco que me dio un poco de miedo porque no sé quiénes son los usuarios de la web ni si pueden tomar toda esa información para realizar amenazas serias", explica.
Las explicaciones de los administradores
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con los creadores de Proyecto Centinela para saber qué organismo o personas se encuentran detrás de esta web y el objetivo de la misma, pero han rehusado dar sus nombres. "La ONG que promueve dicho proyecto está interesada en erradicar de la faz de la tierra la obsesión contra un pueblo y el maniqueísmo sistemático contra Israel y los judíos. Preferimos que nos centremos en si las personas seleccionadas y ubicadas en Centinela merecen estar allí y no centrar la atención en las nacionalidades y nombres de los promotores del proyecto ya que ellos, definitivamente, no son los agresores", explican.
-¿No creen que se toman la justicia por su mano al crear una web en la que se señala a personas anónimas y se revelan datos personales?
-Hemos creado e iremos rellenando una base completa de datos con cada individuo que, según criterios muy claros y abiertos, puede ser calificado como enfermo de 'judeofobia'. Los acusados son agresores y no son anónimos, tienen nombre, apellido y por el momento, se han paseado por la vida sin pagar un precio social o legal por difundir y promover su odio.
Los administradores de esta página, lejos de pensar podrían estar cometiendo un delito de difamación, defienden su labor y aseguran que su opinión se encuentra "totalmente amparada por la ley del país en la que se encuentra el server". "Somos conscientes que una persona puede sentirse perjudicada. Esa persona simplemente tiene que escribir al administrador explicando que las muestras de odio que ha emitido sistemáticamente contra Israel y los judíos no están basadas en un intención, sino que simplemente se equivocó", explican en su respuesta. "Hay países de habla hispana con una tradición antisemita notable. España, Chile y Argentina sobresalen. Si estas sociedades, gobiernos y medios de comunicación hiciesen el trabajo moral que deben, no se necesitaría el Proyecto Centinela", sentencian.