Cuando llega la vuelta al cole todos los padres somos un poco Darth Vader, mitad figura terrible que amenaza con castigos con el dedo extendido, mitad rival derrotado y extenuado que sólo quiere abrazar de nuevo la rutina tras un verano en el que sus pequeños rebeldes han desbaratado todos su planes. Con más de 200.000 reproducciones, Star Wars El retorno del cole | El Musical es el fenómeno que le ha alegrado la vuelta más de uno.
La pelea de un Darth Vader "padre soltero" y con mandil rosa para sacar a Luke de la cama pese a sus protestas de que "quiere ir con Obi-Wan" y peinar a Leia como le gusta a tiempo para dejarles a tiempo para su primer día de clase "sith" es una composición redonda que se consume en dos minutos. Pero detrás de ella hay quince días de trabajo, decenas de personas involucradas y la chispa creadora que mantiene unido el conjunto: el compositor Rodrigo Septién.
"Todo empieza con una idea" - explica. "Me siento entonces a componer la música y a hacer la letra". Septién es músico, técnico de sonido y productor musical, "que es un poco un título que te das a ti mismo" según cuenta. Su orquesta la forman enteramente instrumentos virtuales y es de su estudio de donde salen estas composiciones originales. El remate a las letras para que tengan el perfecto filo humorístico lo consigue con ayuda de su novia y de amigos que arriman el hombre.
La colaboración es de hecho el concepto que da vida a estos musicales. El primer acercamiento de Septién a los vídeos online fueron las covers, versiones musicales que interpretaba él mismo. Lo hacía como escaparate profesional. "Pero Youtube nos las echaba abajo por temas de copyright" - lamenta. "No había forma de demostrar que lo que tu estabas haciendo también era original".
El cambio a los musicales llegó hace un par de años, un género que le ha atraído desde pequeño. "Es una de las máximas expresiones musicales que puede haber", considera. Con el tiempo ha constituido una pequeña troupe de actores y profesionales que le permite dar vida a sus creaciones de forma cada vez más ágil. Este verano, Pokemon Go | El Musical estaba listo en nueve días. Y sus seguidores - recientemente celebraba que superaba los 100.000 - cada vez le piden más.
El descubrimiento del "derecho a la parodia", un concepto con el que Youtube es mucho más permisivo debido a su extensión entre los creadores de contenido estadounidenses, lo cambió todo. Podía explorar su creatividad bordeando los criterios más rigurosos del copyright. "Conocí a una persona que trabajaba en Disney y ya me estaba preparando para la demanda" - cuenta Septién entre risas. "Pero me tranquilizó diciéndome que les encantaban mis musicales y se los ponían en la oficina".
Soy (el friki de) tu padre
El primer despertar de la fuerza (viral) de los musicales de Rodrigo Septién se hizo sentir en las pasadas navidades, al calor del estreno de la última película de la saga galáctica. Padres de toda España habían esperado décadas para compartir el momento con sus hijos tras toda una vida atrayéndolos al lado oscuro con juguetes y merchandising. Pero, ¿y si ocurriera lo inimaginable? ¿Y si a sus hijos no les gustase Star Wars y no se atrevieran a decírselo?
Septién revela un detalle entrañable sobre este musical: sus intérpretes son padre e hijo en la vida real. "Quería capturar esa complicidad", indica. El caso de los niños en los vídeos es uno de los pocos en el que no participan actores profesionales: al igual que los Luke y Leia de la vuelta al cole, son "donados" por familias de su entorno.
El resto del elenco lo componen gente que se dedica al mundo del espectáculo para conseguir el resultado más profesional posible. "A veces los seguidores me reprochan que somos demasiado profesionales para Youtube. ¡Con el trabajo que eso cuesta!" - comenta con humor el compositor. Los musicales sirven luego a los intérpretes como carta de presentación para castings. El rédito económico es escaso, y va destinado a mejorar el material para las siguientes producciones.
"En España es imposible vivir de un canal de estas características" - lamenta Septién. "Otros países te permiten monetizar mejor". Su objetivo sería continuar produciendo al ritmo de dos musicales al mes, pero es una tarea que debe compaginar con sus medios de subsistencia. Complementa su trabajo como técnico de sonido con un taller de radio para alumnos de primaria y de ESO.
Animado por la comunidad que se ha creado alrededor suyo, Youtube ha pasado de escaparate profesional a su principal pasión y dedicación. "Lo pasamos muy bien"- confiesa Rodrigo Septién. Las dificultades no les echan para atrás: "Lo entendemos como una inversión a largo plazo". Su vuelta al cole empieza con el propósito de satisfacer con mayor frecuencia a su base creciente de fans, pero no quiere caer en la monotonía. Sus musicales seguirán teniendo esa combinación frikismo, humor, vida cotidiana y mestizaje musical. "Quiero seguir haciendo lo que me motiva. De lo contrario, se notará".
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